Con “el valor” en el antiguo “servicio militar obligatorio”, pasa lo mismo que con la “ética y la honradez” del político: desde el principio, al soldado de remplazo se “le suponía” y los políticos las tienen garantizadas desde un inicio; aunque en coherencia con el auto marketing y su esencia romántica, en el caso de la izquierda, deberían estar acentuadas. “Veamos (imaginen un alegato veloz de Groucho en un juicio figurado) proporcionalmente hablando y una vez introducida la variable ideológica, existe una misma relación inversa si sobre el punto inmaculado de partida, se sembrasen ciertas dudas o sospechas. Verán entonces como sin necesidad de esperar siquiera a las pruebas, se adjudicarán y se mediatizarán rápidamente las corruptelas que sólo impliquen a la parte diestra, situación comparable aunque a la inversa, con los tenues comentarios o el silencio mediático que impera, cuando los asuntos oscuros salpican el ala siniestra…“ (bocanada de humo y levantada de cejas).
Hace tiempo que dejó de sorprendernos ese blanqueo por sistema o el desdramatizar injusticias, dependiendo de dónde vengan. Frente a situaciones de idéntica apariencia, veremos desde los medios surgir un aluvión de matices, en algunos casos inverosímiles, que pretenderán marcar las diferencias, para señalar de manera diferente en función de la ideología de quienes las perpetran o del dueño del teléfono de turno, desde donde proceda el sms de apoyo para “el colega”: “…, se fuerte” (en los puntos suspensivos pongan el nombre o el apodo de quien convenga).
Supongo, que habrá mucha gente, de cualquier ideología, que se pregunte de igual manera, cuándo habrán obtenido algunos de estos que en general militan en la incongruencia, la percepción real y la total conciencia, sobre el papel exacto que desarrollan dentro de la política. Me refiero al momento exacto en el que la conciencia social se les despierta ¿Habrá sido meditando al terminar de leer “Germinal” y dándole al champagne el último trago con los ojos entornados y cerrando la novela, dejándose llevar por el sonido de un arpa imaginario y el rumor arrullador de los surtidores de la piscina del chalet de la sierra?… De cualquier manera, las muestras de incoherencia son un caramelo tentador para el deporte nacional de ver quién tiene más grande la vara de medir y la maza de aplicar sentencia por las tertulias de los platós, los cafés y las tabernas. Así que viendo los tiempos que corren de escasa moderación, se echa de menos, una buena vara ponderada para medir más de una acción, que sirva para aclarar a “algunos pillos” de esos que van de listos, cual es el grado real de percepción que los ciudadanos tienen de los tejemanejes de algunos políticos.
… hablando de medir con vara ecuánime ciertas incongruencias ¿qué les parecen las declaraciones del defensor del pueblo catalán? Personaje que dudo que siga siendo un hombre de conciencia. Y no lo digo por los sueldos que maneja, ni por su chalet de la Cerdaña pirenaica (sí, igual que los Pujol), que creo que “todo el mundo tienen derecho a vivir lo mejor que pueda”… lo digo más que nada, por los comentarios que hace y las causas que profesa: ha pasado de alentar a “la famélica legión” ondeando el carnet del PSUC, a sentenciar, maza en mano, a los indefensos ciudadanos. Acusa a los enfermos de las regiones vecinas, de ser corresponsables del déficit y la listas de espera, de una sanidad pública como la catalana, que lleva casi 40 años en manos de los nacionalistas y casi una década en quiebra. Teniendo en cuenta que estas atenciones médicas derivadas, significan menos del 2% de las visitas al especialista, lo que el Sindic de Greuges , síndico de agravios (no se rían por favor) evidencia con ese manipulador y falaz mensaje, es que solo intenta salvar el trasero de los gestores de la incompetencia, o sea; de sus pagadores, y de paso enfrentar a la ciudadanía y romper con ello, los vínculos de las personas de este país, por el eslabón más débil de la cadena. Cosas como esta, son precisamente, las que deberían indignar de la misma manera, a los de la izquierda y a los de la derecha, y la mayoría de los medios deberían tirar de vara ética para desenmascarar por igual, a toda esa impostada gauche divine, a veces nacionalista, siempre burguesa, con posicionamientos e ideologías mutantes a conveniencia, con tal de no soltar, ni el caviar, ni las riendas del sistema… En fin; suerte que hablamos de regiones de un mismo país y no de repúblicas de opereta, porque el Groucho Marx de “Sopa de Ganso”, no aguantaría tanta tontería y ante hechos o declaraciones de semejante incoherencia, hubiese ido abofeteando diplomáticos a la vez que les declaraba la guerra y sin que le temblase con ello la ceniza del puro o un solo pelo de las cejas.
