Los vecinos de Sanchonuño recogieron ayer por última vez el agua mineral que desde hace tres años venía repartiendo cada quince días el Ayuntamiento, destinado al consumo humano. Hasta hoy, el agua que salía de sus grifos no era apta para beber y cocinar, ya que sus niveles de arsénico eran muy elevados.
El alcalde de Sanchonuño, Carlos Fuentes (PP), manifestaba ayer su satisfacción por la puesta en marcha del nuevo sistema de abastecibimiento, desde la potabilizadora de Las Lomas en Cuéllar, que hará la vida un poco más sencilla a sus vecinos. “Esto era muy importante, porque estábamos repartiendo agua cada dos semanas, lo que suponía un coste de unos 3.500 euros cada camión, y la pérdida de toda una mañana con la distribución del agua”, explicó.
El Ayuntamiento informaba ayer a los vecinos de la llegada del agua apta para el consumo a sus grifos a partir de hoy, a través de un bando municipal repartido por todas las calles de la localidad. “Hemos decidido empezar hoy, porque teníamos agua para repartir”, precisaba el alcalde.
Los vecinos de Sanchonuño consumen unos 320 metros cúbicos de agua en los meses de invierno, mientras que en verano, el suministro se incrementa hasta los 500 metros. Nunca ha faltado agua.