El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, está decidido a continuar la campaña para las elecciones del 24 de mayo sin entrar en el cuerpo a cuerpo contra Podemos y Ciudadanos y centrando todos sus ataques en el PP, una estrategia que ya venía aplicando en los últimos meses y que cree que se ha visto refrendada con la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
Según informaron fuentes de Ferraz, el líder de los socialistas no tiene previsto salirse del guión que rige sus actos de campaña, en los que ni menciona a los nuevos partidos. Su objetivo según avance la campaña seguirá siendo reivindicar al PSOE como el garante de los derechos que se vieron “erosionados” por los gobiernos populares.
El PSOE considera que su principal adversario es el PP y defiende que esto quedó acreditado en el sondeo del CIS, que situaba a estos dos partidos a poco más de un punto de diferencia, y a casi diez del tercero, Podemos, que a su vez estaba a tres puntos de Ciudadanos. Es decir, que hay dos partidos que se pelean el primer puesto y otros dos el tercero.
Por ello, la estrategia de la campaña socialista seguirá centrándose en mostrar al PSOE como la alternativa al PP, un mensaje que los dirigente socialistas vienen repitiendo desde hace semanas, al que siempre se le añade la coletilla de que, además, son el “cambio seguro”. Ésta es una de las pocas alusiones a los nuevos que hacen y seguirán haciendo los socialistas.
La dirección del PSOE es consciente del peso de los indecisos en las elecciones de mayo —según el barómetro del CIS la mitad del electorado no tiene decidido su voto— y aspira a atraerlos a base de propuestas.
Precisamente, ésta será la única confrontación que buscarán con los nuevos partidos: poniendo encima de la mesa sus programas electorales y evidenciando que Podemos y Ciudadanos “no tienen” programa autonómico ni municipal, afirma la formación.
Izquierda que propone
Esto se ajusta a la crítica que desliza Sánchez en algunas de sus intervenciones, asegurando que el PSOE no es “la izquieda que protesta”, sino la que “convierte las protestas en propuestas y estas propuestas en acción política desde el Gobierno”.
Pero, más allá de esto, los socialistas van a evitar entrar en la confrontación directa con estos partidos y, en particular, con sus líderes, Pablo Iglesias y Albert Rivera, a los que Sánchez sólo menciona cuando se le pregunta expresamente por ellos.
Así ocurrió el pasado sábado en una entrevista en televisión, en la que, aunque explicó que no los conocer todavía personalmente, dijo que cree que se podrá “entender” con Iglesias y Rivera.
De hecho, y si se confirma el escenario que plantean las encuestas, esto podría ser una obligación para los socialistas.
