El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, opinó que el Gobierno central «está dando muchos pasos importantes en la dirección correcta» para una posible rectificación del cierre de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) en el año 2013. «Creo que nada es imposible y cuando el sentido común se impone, debe imponerse en todo», señaló el salmantino, quien consideró que para España es un «lujo» cerrar una instalación que puede producir «de manera eficiente», con el momento de dificultades económicas que atraviesa.
En una entrevista concedida a La Siete de Castilla y León Televisión, Sánchez Galán reiteró que países como Alemania, que habían tomado una decisión «parecida» hace años, van a alargar la vida útil de las centrales a 60 años. «Nosotros no somos más ricos que estos países», dijo. En todo caso, argumentó que si la prórroga de diez años de Garoña supusiera un problema de seguridad, como presidente de una compañía eléctrica copropietaria de la misma, «sería el primero que impediría que siguiera funcionando», algo que no sucede en base a los arbitrajes positivos del Consejo de Seguridad Nuclear y el Consejo Mundial de Energía Atómica, «con certificado de sobresaliente». «Su cierre es un lujo que no se puede permitir, y más si la alternativa es hacer tecnologías que cuestan diez veces más», afirmó en relación a algunas renovables, como la solar.
Por otro lado, argumentó que Castilla y León percibirá alrededor de 500 millones de inversión de la compañía que preside en energías renovables, debido a que en la Comunidad las cosas son «fáciles, con un trabajo importante en los accesos a red, los permisos, las tramitaciones y el desarrollo de futuros parques». Además, añadió, el potencial eólico «es muy importante, «con un territorio muy extenso, una orografía muy buena para estos efectos y una buena situación de red para poder hacer la evacuación de la energía producida de manera fácil».
También, se refirió a la problemática suscitada por una posible ‘guerra’ entre diferentes tipos de energías, las cual consideró a todas «necesarias, y un país sin energía se para». En todo caso, matizó que hay que poner una «racionalidad en su uso ligada a elementos tecnológicos y económicos». «Si quisiéramos poner energía de olas, que Iberdrola ya las tiene porque es futuro, pues encarecería de forma tremenda el coste de suministro eléctrico porque producirlo es muy caro. Haber puesto paneles solares a un precio de 466 megavatios por hora, cuando tienes tecnologías como la eólica que lo puedes hacer por 80, pues realmente es un lujo que hay que pagar», espetó Sánchez Galán, quien aseguró que ese coste, o se paga o se pasa a generaciones futuras, «que es lo que pasa ahora con el déficit de tarifa».
«Por tanto, si queremos tener energía de fuentes caras, tenemos que acostumbrarnos a pagarla más cara porque alguien tiene que financiarlo», criticó.
