El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, aspira a poner en marcha desde La Moncloa “la buena política” del “diálogo y el acuerdo” que “nos hará transformar de nuevo España, entre todos y no unos contra otros”. Así lo afirmó ayer el líder socialista, quien participó en el homenaje que se tributó en el Kursaal de San Sebastián en el homenaje a José María “Txiki” Benegas, fallecido el pasado 25 de agosto. Benegas fue recordado en su tierra natal con las intervenciones del secretario general, el expresidente del Gobierno Felipe González, el expresidente del Gobierno Alfonso Guerra y la secretaria general del PSE-EE, Idoia Mendia.
Su viuda Maite y sus hijos Pablo y Teresa estuvieron arropados por una amplia representación de los socialistas vascos, entre ellos por el exlehendakari Patxi López, el secretario general del PSE en Guipúzcoa, Iñaki Arriola, y el portavoz del PSE en el Parlamento vasco, José Antonio Pastor, así como miembros de la Ejecutiva del PSOE como Micaela Navarro y César Luena. Además, al acto de homenaje acudieron la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, el presidente de Asturias, Javier Fernández, así como los líderes socialistas en Cataluña, Miquel Iceta, de Navarra, María Chivite, y de Castilla y León, Luis Tudanca.
En su intervención, el líder del PSOE reivindicó la figura de “Txiki” Benegas y la vigencia, en un tiempo en el que hay “tantos puentes rotos o en riesgo de ruptura”, de “esa buena política, la política del diálogo y del acuerdo, la que hizo posible la Constitución de 1978, los Pactos de la Moncloa, la garantía de las pensiones con el Pacto de Toledo y la integración en la UE, la política del diálogo entre demócratas que llevó al fin de ETA”. “La buena política es la que nos hará transformar de nuevo España, entre todos, y no unos contra otros, la política que aspiro a poner en marcha desde La Moncloa a partir del próximo mes de diciembre”, reiteró el socialista.
Sánchez se refirió al “sueño compartido” de Benegas de “avanzar en mayores cotas de derechos y libertades, el proyecto de construir una sociedad más justa, una sociedad decente, en la que nadie sea más que nadie, en la que los derechos de unos pocos, no se ganan sobre la miseria de la mayoría, una sociedad que no deja a nadie en la cuneta de la marginación”. Asimismo, defendió el sueño del dirigente socialista fallecido de una sociedad “en la que todos los ciudadanos tengan las mismas oportunidades, nazcan donde nazcan, piensen lo que piensen, tengan lo que tengan, una sociedad con instituciones públicas fuertes, el último refugio de las personas cuando lo han perdido todo”.
El dirigente socialista destacó la aportación de este “héroe de su tiempo” a “la política del diálogo y del acuerdo entre todos”, que hizo posible la Constitución española de 1978, “un suelo cívico de principios que debían ordenar la vida en común de ciudadanos de una sociedad compleja”. “No las tablas sagradas, ni un texto inmutable”, sino “un acuerdo entre ciudadanos diferentes en identidad, pero iguales en derechos para crear un marco de libertad y solidaridad”, sostuvo.
Por otro lado, Pedro Sánchez también defendió una “sociedad decente, en la que nadie sea más que nadie”. En esa misma línea, apostó porque en ella “los derechos de unos pocos, no se ganan sobre la miseria de la mayoría” y que “no deja a nadie en la cuenta de la marginación”.