El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, tiene intención de plantear al presidente de la Generalitat, Quim Torra, toda una agenda social y económica pensada para el conjunto de los ciudadanos catalanes, pero rechazará rotundamente negociar o permitir iniciativas encaminadas a que Cataluña se desgaje de España.
“El presidente tiene un proyecto para España, y también para Cataluña”, recordaba la portavoz del Gobierno, Isabel Celáa, quien al mismo tiempo anunciaba la decisión de impugnar la última moción del Parlament que insiste en la vía unilateral de creación de una República independiente.
El Gobierno de Pedro Sánchez se mantiene firme en la negativa a permitir que una parte del país pueda decidir por sí sola modificar las fronteras de España. El derecho de autodeterminación no está recogido en la Constitución española ni es “pretensión de este Gobierno que exista”, dejaba claro esta semana en el Congreso la ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet.
El Ejecutivo, por tanto, reaccionará a cualquier hecho (no sólo palabras) que las autoridades catalanas emprendan para avanzar en su objetivo de construir de manera unilateral un Estado independiente saltándose la Constitución y el Estatut. Así quedó demostrado con el anuncio sobre la impugnación de la última moción independentista del Parlament.
Firmeza y diálogo
Pero el Gobierno de Sánchez ve posible, por el momento, conjugar la firmeza en la defensa de la legalidad con la mano tendida al independentismo catalán para entablar un diálogo que permita llegar a acuerdos más allá de la aspiración a la autodeterminación, donde no va a encontrar nunca un entendimiento con el Ejecutivo español.
Aun así, Sánchez está dispuesto a escuchar todo lo que Torra quiera plantearle, incluso si insiste en reclamar la independencia de Cataluña, pero avisó al president de que, si quiere que a esta reunión le sigan otras, espera “reciprocidad” por su parte y una actitud constructiva.
“Sánchez escuchará, y a continuación analizará y actuará”, avanzó la ministra portavoz, que señalaba el viernes en la rueda posterior al Consejo de Ministros que el Gobierno espera “en justa reciprocidad inteligencia política por parte de Torra”.
Tras conocer el recurso que el Gobierno prevé interponer ante el TC contra la moción aprobada por el Parlament, el entorno de Torra lamentó esa decisión, pero confirmó la intención del president de acudir a Moncloa a reunirse con Sánchez. El president avanzó que quiere que a este encuentro le siga otro en septiembre, pero que sea Sánchez el que se desplace a Barcelona.
El presidente catalán también pretende hablar con Sánchez de la “existencia de presos políticos” y de la presencia del franquismo en el espacio político y civil del Estado que aún existe, como la permanencia de nombres franquistas en el nomenclátor o la situación del Valle de los Caídos, donde está enterrado Franco junto a víctimas de la guerra civil.
