Pedro Sánchez ha contestado a la negativa inicial de ERC a apoyar su investidura avisando de que el PSOE y Podemos son los únicos partidos de ámbito nacional que defienden el diálogo “dentro de la Constitución” para resolver la “crisis política” -ya no habla de “crisis de convivencia”- en Cataluña.
La reunión que mantuvieron ayer en el Congreso la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, y el portavoz de ERC en la Cámara Baja, Gabriel Rufián, terminó con un nuevo no de los soberanistas, que no detectan “indicio alguno” de que el PSOE “vaya a abandonar la vía represiva”.
ERC insistió en su defensa de una “resolución política del conflicto” a través de una “mesa de negociación” y aboga por nuevas reuniones con los socialistas para ir avanzando en sus demandas.
Para Pere Aragonès, vicepresidente del Govern y coordinador nacional de ERC, el “pacto del Palacio de Pedralbes” de hace un año con el Gobierno de Pedro Sánchez podría ser un “punto de partida” y un “buen esquema” para próximas reuniones.
Alternativas
Replicó Pedro Sánchez, que aunque no aclara si está dispuesto a una mesa de partidos fuera del Parlament para una negociación política sobre Cataluña, sí se preguntó “qué alternativa” proponen quienes niegan su apoyo a un Gobierno formado por los dos únicos grandes partidos favorables al diálogo.
“El Gobierno siempre estará a favor de encontrar una solución política a la crisis territorial que desgraciadamente vivimos hace varios años en Cataluña”, afirmó.
En una rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa, la primera tras las elecciones, el presidente del Gobierno en funciones apeló a la “responsabilidad” y a la “generosidad” de las demás fuerzas políticas para que no bloqueen el preacuerdo con Unidas Podemos y el nuevo Ejecutivo pueda echar a andar en diciembre.
Un acuerdo “ilusionante”, insistió Sánchez, que subrayó que el pacto cumple las “garantías” que reclamaba cada una de estas dos formaciones: en el caso de Podemos, estar en el Gobierno y en el del PSOE, que en el Gabinete haya “cohesión, solidaridad en las responsabilidades y lealtad”.
Voces socialistas
Lo que no confirmó Sánchez a preguntas de los periodistas es si entre sus compromisos se mantendrá el que hizo en campaña de impulsar una reforma del Código Penal que prohíba explícitamente los referéndums ilegales.
En esta comparecencia, Sánchez no habló de la “crisis de convivencia” en Cataluña y ahora la define como una “crisis política” o una “crisis territorial”.
Desde su partido, dos voces distintas se pronunciaron sobre esas conversaciones. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, apoyó el preacuerdo entre PSOE y Unidas Podemos, aunque abogó por no depender de los independentistas, aunque eso no signifique “que no se deba hablar”.
Bastante más duro se expresó el expresidente de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra, quien reiteró su decisión de abandonar el PSOE si el partido opta por formar gobierno junto a Podemos y se sustenta en las fuerzas independentistas.
