Pedro Sánchez y Pablo Iglesias no han esperado ni un solo día de campaña electoral para comenzar los reproches mutuos, y el primero de ellos lo provocó ayer la posibilidad de que PSOE y PP formen un Gobierno de coalición tras el 10N. El candidato de Unidas Podemos lo da por hecho, pero el socialista lo rechaza.
El líder de la formación morada madrugó en la ofensiva a Sánchez con un tuit publicado en su perfil a las 8.00 horas: “Llevamos semanas advirtiendo que se está armando un pacto PSOE-PP. Que a una semana de votar lo reconozca y lo aliente la prensa de derechas y Sánchez no lo descarte es la prueba más obvia”.
Para dar más fuerza a su tesis, Iglesias adjuntó dos portadas de sendos medios en los que se menciona esta idea.
El presidente del Gobierno en funciones y líder de los socialistas, quien comenzó la campaña oficial del 10N con un ajetreado itinerario de tres visitas a Vitoria, Logroño y Pamplona, tardó algo más de dos horas en contestar, y no lo hizo a través de Twitter, sino de viva voz. “No vamos a hacer ninguna gran coalición con el PP”, proclamó.
El toma y daca siguió en el mitin de Iglesias en Palma, primera de sus paradas del viaje de campaña tras su intervención el jueves en el programa de “prime time” de El Hormiguero.
“Yo en política me fío hasta donde me fío, porque también me acuerdo de cuando Pedro Sánchez nos dijo que iba a hacer un Gobierno de coalición con nosotros”, afirmó.
La de la gran coalición fue la primera agarrada del día entre los líderes de dos partidos que intentaron formar un Gobierno conjunto para sacar adelante la investidura en julio. Fracasaron, y desde entonces la animadversión política es evidente.
Pero ayer hubo un segundo intercambio de golpes de los dos, pues Sánchez, en el acto de Vitoria, contraatacó con la acusación a Iglesias de ser quien bloquea gobiernos progresistas.
“¿Va a seguir usted bloqueando un Gobierno progresista liderado por el PSOE por quinta vez?”, le preguntó Sánchez a Iglesias, y éste, horas después, a muchos kilómetros de distancia, le respondió: “Cada voto que reciba Unidas Podemos se convertirá en un mandato sagrado para formar parte del Gobierno”.
Desde la distancia, el líder del PP, Pablo Casado, no pudo evitar al menos una alusión, y así, tras escuchar las palabras del presidente en funciones, aseguró que Sánchez “se ha quitado la careta” en el día de Halloween: “Otra vez va a llevar a un bloqueo porque quiere reeditar un ‘Gobierno Frankenstein’”.
Los candidatos a desbancar a Sánchez de La Moncloa parecen, en el arranque de la campaña, coincidir en una cosa: el centro de la diana es el líder del PSOE.
El candidato de Cs, Albert Rivera, no se prodigó tanto en lanzar dardos contra el jefe del Ejecutivo, pero alguno soltó, como cuando le hizo responsable de que la economía española se esté enfriando.
