Recorrer San Lorenzo este fin de semana es como viajar al pasado, a una pequeña villa castellana durante sus fiestas. Coloridos pendones de tela anuncian en las calles que no es un sábado o un domingo más y tenderos vestidos con ropajes del siglo XV dan la pista clave: el barrio acoge estos días si VII Mercado Medieval del Arrabal.
Tras una mañana soleada, las tormentas amenazaban ayer por la tarde con aguar la fiesta, pero puntuales a la cita, los puestos levantaron sus toldos para dar la bienvenida a los visitantes.
En el mercado, como es habitual, pueden encontrarse productos artesanales de todo tipo, desde gominolas hasta jabones naturales; desde ropa hasta complementos y joyas. Incluso unos bonitos burros que hacen las delicias de los más pequeños, paseando sobre su lomo cuan caballeros de los de antaño en busca de aventuras.
Para recrear este mágico ambiente, también hay música en directo, con instrumentos antiguos y tonadillas de hace siglos; y un grupo de actores representa diferentes escenas por todo el mercado, que fue inaugurado de manera solemne ayer por la mañana con la lectura del tradicional pregón. Asimismo, hay animación infantil, para que los niños conozcan un poco de la historia de sus antepasados de manera amena y divertida; y juegos medievales, imprescindibles en cualquier mercado que se precie.
Durante la jornada de hoy todavía puede visitarse en la plaza de San Lorenzo y sus alrededores este Mercado Medieval del Barroco, que volverá a estar animado por las actuaciones de Teatro Destellos y los Músicos Turdión.