Este domingo ha tenido lugar la celebración de la Catorcena, una de las festividades más antiguas de Segovia, con más de seis siglos a sus espaldas, donde se rememora un milagro eucarístico que según la tradición, tuvo lugar en 1410, cuando una hostia consagrada, tras un intento de profanación en la antigua sinagoga mayor (hoy convento del Corpus Christi), se elevó milagrosamente sobre un caldero de agua hirviendo.
Durante las celebraciones, el párroco de San Millán, Jesús Cano, ha recordado que la Catorcena “nos hace poner la mirada y el corazón en el sacramento de la Eucaristía, que es el centro de la vida de la Iglesia y de cada cristiano. En ella celebramos la entrega y el amor de Cristo, su muerte y resurrección, que se actualizan en cada Misa”.
La solemne eucaristía estuvo presidida por el obispo de Segovia, Jesús Vidal en un acto que llenó la iglesia de San Millán, desde donde partiría el Santísimo en procesión, acompañado por decenas de fieles que no quisieron perderse la celebración. Su destino era la cercana iglesia de San Clemente, quien se encarga este año de acoger la celebración.
La jornada concluía con un acto eucarístico celebrado a las 17.30 de la tarde y la participación de la venerable congregación sacerdotal de San Pedro.
Para concluir con la festividad, el lunes, a partir de las 19.00 horas, se expondrá el Santísimo, Santo Rosario y Eucaristía en sufragio por los difuntos de la parroquia.
