El australiano Cadel Evans (BMC) se adjudicó ayer la primera etapa de la Dauphiné Liberé, disputada entre Seyssins y Saint Vallier sobre 187 kilómetros, por delante de sus dos compañeros de escapada, el francés Jerome Coppel y el kazajo Andrey Kashechkin.
El británico Bradley Wiggins (Sky) arrebató el liderato al australiano Luke Durbridge (GreenEdge), ganador del prólogo, y se enfundó el jersey amarillo en una accidentada jornada en la que el español Samuel Sánchez (Euskaltel) sufrió una caída y podría tener una fisura en las costillas, por lo que es seria duda para el Tour de Francia.
El asturiano se cayó en el kilómetro 47, poco antes de la ascensión al segundo puerto de la jornada, después de ser arrollado por detrás y se produjo «un fuerte golpe en el lado izquierdo del pecho».
Sánchez llegó el último, a 23 minutos y 54 segundos de Cadel Evans, acompañado por sus ‘gregarios’, aunque eludió el cierre del control y podría salir este martes en la segunda etapa si se encuentra bien. «He hecho 140 kilómetros desde la caída, eso significa que quiere seguir», apuntaron fuentes del equipo Euskaltel.
Con un ataque en el descenso en el descenso hacia Saint Vallier, Cadel Evans, vigente ganador del Tour, se bastó para lograr el triunfo de etapa. Además, el luxemburgués Andy Schleck (RadioShack), cedió tres minutos y 10 segundos.
