Sanidad de Castilla y León ha dejado abierta la posibilidad de trasladar a “algunos” pacientes oncológicos que necesitan tratamiento de radioterapia a hospitales de la Comunidad de Madrid, en lugar de enviarlos a unidades de Castilla y León, según ha informado la presidenta de la delegación provincial de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), Ana Sanjosé Rodríguez. Este es el único compromiso que ha conseguido arrancar la asociación segoviana en su lucha por facilitar los tratamientos de los enfermos, ya que de momento la Administración sanitaria mantiene su negativa a abrir una unidad de Radioterapia en Segovia y a facilitar el traslado de todos los pacientes de esta provincia a Madrid.
Estos asuntos fueron abordados en un encuentro que mantuvieron el gerente de Atención Especializada y Primaria, José Manuel Vicente Lozano, y la representante de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) en Segovia, Ana Sanjosé Rodríguez, antes de finalizar 2014 y al que darán continuidad en febrero.
“El gerente nos ha dicho que no es viable abrir aquí una unidad, y nosotros —explica Ana Sanjosé— ante esta situación de crisis económica lo podemos entender porque hay que priorizar la continuidad de servicios básicos y evitar que se pierdan prestaciones, pero eso no quiere decir que renunciemos a mejorar la calidad de vida de los enfermos”. Por eso, además de seguir reivindicando la apertura de una unidad de radioterapia para un futuro próximo, según las indicaciones de Sanjosé, la AECC refuerza su petición de facilitar el traslado de los enfermos a los hospitales que estén más próximos y mejor comunicados con su lugar de residencia. El gerente de Primaria y Especializada de Segovia ha descartado establecer acuerdos generales con la Comunidad de Madrid para todos los enfermos, pero “sí está dispuesto a flexibilizar la situación y a estudiar casos concretos” comenta la presidenta de la delegación de la AECC, haciendo referencia, por ejemplo, a los enfermos que viven en la sierra, cerca de Madrid, y que ahora están siendo enviados a Valladolid y a Salamanca, soportando continuamente jornadas que comienza a primera hora de la mañana y acaban a las siete de la tarde, cuando regresan a su casa. “Invierten todo el día para tener cinco minutos de radioterapia”, comenta Sanjosé.