El embajador de la Federación de Rusia en España, Yuri Korchagin, aseguró ayer que, según los cálculos de los que disponen, «unos aviones militares ucranianos estuvieron cerca» del vuelo MH17 de Malaysia Airlines, presuntamente derribado en el este de Ucrania, que se saldó con la muerte de 298 personas.
Durante la charla que impartió en el ciclo de conferencias del Foro Nueva Murcia, Korchagin señaló que «varios dispositivos de misil se estaban moviendo de una manera sospechosa frente a las zonas controladas por los rebeldes»; una información, ha dicho, que está disponible en las páginas oficiales de Exteriores y Defensa de Rusia.
Al hilo, recordó que Defensa rusa «ha formulado diez preguntas a Ucrania, mostrando toda la información del control objetivo que hacemos de los satélites y los radares que rodean nuestra frontera pero lamentablemente no hemos tenido respuesta a todo esto», al igual que tampoco la han tenido, ha precisado, de EE.UU., ya que «también tenían satélites justo en las minutas» cuando el avión se derribó.
En este sentido, solicitó a EE.UU., al igual que hizo Rusia, que muestren los datos que tienen, ya que «su satélite estuvo 17 minutos sobre el terreno donde se accidentó el avión», dado que los rebeldes «no son rusos, sino ucranianos y no responden ante nosotros».
Diálogo
Por todo ello, considera que la crisis en Ucrania «se puede superar bajo el diálogo entre las partes rebeldes y el gobierno de Kiev y no a través de cañonazos y la utilización de armas de fuerte calibre contra las regiones que no comparten la visión que tratan de imponer las autoridades actuales de Kiev».
Sobre las sanciones financieras y en los sectores militar, de uso dual y tecnologías sensibles, Yuri Korchagin consideró que es «malo» y recuerda que Rusia «nunca ha sido partidaria de estas sanciones unilaterales», que suponen «aislar a una sexta economía del mundo y esto sería contraproducente». A su juicio, «el sendero de sanciones de castigar y aislar a un país no puede ayudar».
Preguntado qué haría Rusia si un avión ruso fuera derribado por un misil de otro país, declinó contestar al respecto para evitar «fantasear sobre tragedias de este tipo», aunque recordó que Rusia ya tuvo una experiencia «dolorosa» a principios de 2001 cuando un avión ruso «fue derribado por ucranianos que negaron que sucediera, cuando el cohete se disparó desde Crimea».
Mecanismos antiguos
En clave política, Korchagin cuestionó por qué los mecanismos europeos que han sido creados, sobre todo entre Rusia y la UE, precisamente «para disminuir la posible crisis, para prevenir conflictos y resolver discrepancias” no trabajan ahora, “o son anticuados o tienen que ser revisados o están bloqueados por alguien». «Tanto esfuerzo y dinero que había sido invertido en la creación de esos mecanismos y ahora cuando hay verdadera crisis no los escuchamos», reprobó.
Rusia, manifestó, «es un país que, mucho antes que Ucrania, siempre ha tenido, tiene y tendrá una vocación proeuropea, porque tenemos una historia común, un espacio común, fronteras comunes», señaló.
