El Gobierno de Rusia anunció ayer que retira su autorización al consulado general de Estados Unidos en San Petersburgo, en respuesta a la decisión de Washington de expulsar a 60 diplomáticos en apoyo a Reino Unido por el ataque con agente nervioso contra el exespía ruso Sergei Skripal y su hija en la localidad británica de Salisbury.
El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, recalcó que Rusia expulsará al mismo número de diplomáticos que Estados Unidos y agregó que las medidas de respuesta “serán simétricas, y aún más”.
En este sentido, el Ministerio de Exteriores desveló poco después que 58 trabajadores de la Embajada en Moscú y dos diplomáticos del consulado general en Ekaterimburgo han sido declarados ‘persona non grata’ y ordenó que abandonen el país antes del 5 de abril.
“En cuanto al resto de países, también habrá una respuesta simétrica en cuanto al número de personas de misiones diplomáticas que deberán abandonar Rusia”, manifestó Lavrov, según informó la agencia rusa Sputnik.
Asimismo, propuso una reunión de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) para el 2 de abril para abordar el ataque contra Skripal.
“A fin de lograr un diálogo y encontrar la verdad, hemos propuesto oficialmente convocar para el martes, el 2 de abril, una sesión extraordinaria del Consejo Ejecutivo de la OPAQ”, dijo Lavrov.
Por otra parte, exigió a las autoridades británicos que permitan acceso consular a Yulia, la hija del exespía, después de que los servicios médicos hayan desvelado “una mejora rápida” y que ya no está en estado crítico, en el que sí permanece su padre.
“La salud, por lo menos la de Yulia Skripal, como nos escribieron, mejora rápidamente y volvimos a exigirles que faciliten acceso a Yulia como a ciudadana rusa”, remachó Lavrov.
Estados Unidos y cerca de 20 países de la Unión Europea anunciaron la expulsión de diplomáticos rusos en respuesta al ataque, del que Reino Unido ha acusado a Rusia, que ha negado cualquier responsabilidad.
