El Real Madrid intentará asestar un golpe definitivo al Grupo D de la Champions y dejar encarrilado su pase a octavos de final si prolonga su firmeza en el estadio Santiago Bernabéu, ante el Olympique de Lyon, en un duelo ya clásico en Europa y que se repetirá por tercera temporada consecutiva.
Los malos recuerdos pasados frente al conjunto galo quedaron aparcados desde la llegada de José Mourinho al banquillo. La pasada campaña, el Real Madrid no solo rompió seis años después la barrera de octavos en la que tropezaba continuamente, sino que además espantó todos los fantasmas.
El triunfo en el coliseo ‘merengue’ (3-0 con goles de Marcelo, Benzema y Di María), es el único en cuatro antecedentes en el feudo madridista. Ahora, el equipo llega repleto de moral, líder de grupo y dando una imagen de fuerza en Europa. La plantilla quiere más. Y ya habla, por voz de su capitán Íker Casillas, de una final en Múnich donde aspirar a la soñada ‘décima’ Copa de Europa.
Otro que llega lanzado al duelo es el argentino Gonzalo Higuaín. Tres ‘hat-tricks’ consecutivos le dan ventaja para ser el ‘9’ ante su compañero Karim Benzema, que ya recuperado de una lesión muscular que le cortó el ritmo. Mourinho juega con todos. Extiende el debate y no despeja la duda.
El resto del once lo tiene claro. No tocará nada de lo que ha funcionado hasta la fecha. Regresa al centro del campo el alemán Sami Khedira, en lugar de Lass Diarra. El francés, con un problema muscular, se suma enfermería, en la que ya están Raúl Albiol y Ricardo Carvalho. Las ausencias se completan con el turco Nuri Sahin.
El entrenador portugués no tiene pensado hacer cambios en su defensa. Permitirá a Sergio Ramos continuar en el centro de la zaga, y, la única duda por despejar está en la pareja Kaka-Özil. El brasileño se ha ganado su titularidad, mientras que el alemán puede dejar su sitio a Di María, si el técnico de Setubal apuesta por extremos y refuerza las bandas con Cristiano en una y el argentino en otra.
Al otro lado del terreno de juego, el Olympique de Lyon afronta en la capital el encuentro más complicado de su temporada, con la intención de sorprender a los locales. Aún reciente la eliminación de la pasada campaña y la venganza madridista de lo ocurrido en octavos de final de hace dos ediciones.
En las dos primeras jornadas de la Champions, el conjunto galo empató sin goles en Ámsterdam y ganó sin problemas al Dinamo de Zagreb (2-0). Ahora llegan a esta nueva cita con un bloque muy renovado, con menos expectativas que en el pasado, pero con la juventud y el juego colectivo como principales señas de identidad. Eso les tiene bien situados en la competición doméstica, donde el pasado sábado vencieron sin muchos problemas al Nancy (3-1) y están a solo tres puntos del actual líder, el París Saint-Germain.
Sin embargo, el entrenador Remi Garde tiene ante sí un plantel lleno de bajas por lesión, especialmente en el apartado ofensivo, donde el cuadro de Lyon se pondrá en manos del brasileño Bastos y del galo Gomis.
En la medular, las ausencias del argentino Lisandro y de los franceses Grenier y Pied obligarán a modificar el esquema habitual del equipo para hacerlo más sólido. El técnico duda si poner a Gourcuff como media punta, puesto que acaba de salir de una lesión y su estado genera muchas dudas. En caso de dejarle el banquillo, su sustituto sería Fofana.
