El juzgado de lo Mercantil número 11 de Madrid condenó al empresario jerezano José María Ruiz Mateos y a su hijo Francisco Javier a abonar más de 92 millones de euros a los acreedores de la sociedad José María Ruiz Mateos, principal emisor de los pagarés de Nueva Rumasa.
Dicho juzgado dictó sentencia en la que declara culpable el concurso de la sociedad y responsables al padre y al hijo, a los que condena a que abonen el déficit patrimonial de la empresa.
En dicha sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, se absuelve al empresario Angel de Cabo y a su segundo Ivan Losada, ya que la despatrimonialización de la compañía fue anterior a su entrada en la misma, al tiempo que se absuelve al sobrino de Ruiz Mateos, Zoilo Pazos, por ser solo el administrador de derecho y no de hecho, que eran los Ruiz-Mateos.
De esta forma, la deuda de más de 92 millones de euros que deberá afrontar el empresario jerezano y su hijo se suma a otra deuda de más de 123 millones de euros que el patriarca de los Ruiz Mateos tiene que abonar a los acreedores del grupo Trapa, pertenciente al entramado de la empresa Nueva Rumasa.
Administración
Asimismo, en la sentencia dictada por el juzgado de lo Mercantil número 11 de Madrid se inhabilitó a Ruiz Mateos y a su hijo Francisco Javier para administrar bienes ajenos y para representar, legal o voluntariamente, o administrar patrimonialmente a cualquier otra persona por un timpo de quince años.
Ambos fueron condenados solidariamente a abonar a los acreedores en concepto de déficit patrimonial la totalidad de los créditos concursales que no resultaren satisfechos con ocasión de la liquidación de la masa activa, excluyéndose a los créditos contra la masa patrimonial.
El 22 de diciembre de 2009, la junta general de accionistas de la sociedad José María Ruiz Mateos, además de aprobar una ampliación de capital de 60 millones de euros, acordó una emisión de pagarés extraordinarios por el mismo importe, elevándose a 150 millones de euros en la junta celebrada posteriormente el 12 de abril de 2010.
En el documento informativo de la misma figuraba que los fondos obtenidos a través de la emisión se emplearían en la adquisición, como mínimo, de un 25% de una “importante empresa del sector de la alimentación”. El valor nominal mínimo de los pagarés era de 50.000 euros por inversor, con vencimientos en dos años y con un interés aplicable del 10%, con pagos trimestrales.
Dicha emisión fue avalada por Clesa y Grupo Dhul, dos de las empresas del grupo de la familia de Ruiz Mateos.
La adiministración concursal de José María Ruiz Mateos calculó que, con la emisión, la sociedad ingresó 97,67 millones de euros, cuyo importe se ingresó en su totalidad en la mercantil Bardajera, que actuaba de hecho como ‘caja común’ o ‘caja única’ del grupo empresarial Rumasa.
En el informe de la administración concursal de la principal emisora de los pagarés de Nueva Rumasa figura un crédito de 92,87 millones de euros.
