El confinamiento continúa para todos, y las alternativas de ocio en casa son las únicas válidas para pasar las semanas que aún restan hasta que se pueda reanudar la vida normal. Mientras eso sucede, la Gimnástica Segoviana continúa acercando a los aficionados a los jugadores de la primera plantilla, descubriendo aspectos interesantes de algunos de ellos.
Uno de los capitanes del equipo, Rubén, uno de los futbolistas que más temporadas atesora vistiendo la camiseta de la Segoviana, guarda muchos recuerdos de todo este tiempo como azulgrana, aunque se queda con el del ascenso a Segunda B en La Albuera frente al Atlético Malagueño: “Durante un parón del juego en los minutos finales eché un vistazo a las gradas. Ver a todo el público feliz y celebrando es una sensación indescriptible”.
Javi Marcos, a la par
Evidentemente también hay malos recuerdos, como la derrota de la última campaña en Segunda B frente al Valladolid Promesas “que nos dejaba con pie y medio en Tercera”, o la derrota en la final por el ascenso en Algeciras, “con un viaje de vuelta a Segovia que fue muy duro”, pero se queda siempre con lo positivo, entre lo que se encuentra el recuerdo imborrable de su primer partido con la Segoviana siendo cadete: “Fue un 20 de agosto, y recuerdo la fecha porque me tuve que retirar en el descanso por una reacción alérgica y en el hospital me encontré con que estaba naciendo mi sobrino. El debut con el primer equipo fue en Aranda, se me quedó grabada la charla de Ramsés en el vestuario”.
Uno de sus compañeros en la defensa azulgrana desde hace varias temporadas, Javi Marcos, coincide con Rubén en los mejores y peores recuerdos como azulgrana, como también en reconocer la calidad del vestuario “que es increíble”, así como en el consejo para los que empiezan en la cantera gimnástica: “Que valoren cada día que vayan a entrenar , que hagan buenas amistades, y que si se cree y se trabaja , van a llegar adonde se propongan”.
