Seguramente hayas podido leer o escuchar numerosos términos en las últimas fechas y puede que no tengas claro lo que puedan significar. ¿Realmente estamos preparados para manejar tanta información?
Cierto es que alguna vez habrás leído o escuchado que saber no ocupa lugar, para dar a entender que adquirir conocimientos siempre es enriquecedor y positivo. Ciencia y medicina coinciden en que una pequeña parte de nuestro cerebro necesita un pequeño espacio en el que las neuronas se regeneren. Minimizando así el proceso, quizás el saber si que pueda ocupar cierto lugar y derive en la necesidad automática de liberar dicho espacio, bien sea olvidando o borrando viejos recuerdos.
Pero necesitamos tiempo, un espacio de tiempo incontable para asimilar la velocidad a la que avanza la tecnología o la información y evitar así que tal cantidad de datos pueda producirnos un trastorno y no colapsar nuestro proceso digestivo de conocimiento.
Del latín referens, la noción de referente sirve para hacer mención a la persona u objeto que hace referencia o refleja relación a algo. El término suele aprovecharse para nombrar a alguien que sobresale y es un exponente, un símbolo o un icono dentro de un determinado ámbito.
Respondiendo al titular, Referencer es un proyecto que trata de poner en valor a un grupo de personas que desde diversos ámbitos profesionales destacan y lideran un movimiento de naturalidad, verdad, valores, esfuerzo, dedicación y pasión por cada proyecto personal y profesional. ¿Qué mejor referente que personas auténticas y profesionales comprometidos con sus proyectos?
Siempre hay algún referente que pueda inspirarnos, motivarnos o ser capaz de provocarnos abrir la mente. Otra cuestión bien distinta es ser capaces de reconocerlo en tiempos de egos vestidos de centollos acorazados.
Las personas compartimos un gran porcentaje de valores muy similares los unos a los otros, pero es ese pequeño porcentaje restante el que marca la diferencia y que nos hace auténticos. Pudiera parecer un tópico, pero entiendo como característico de quienes han logrado ser un referente, que ese nunca fue su objetivo. Llegar a ser un espejo en el que otros se miran no es algo que decida uno mismo. Lo que sí se puede decidir, es formarse continuamente tratando de mejorar cada día independientemente de las metas alcanzadas, con humildad e integridad. Si no se marca personalidad nunca existirán diferencias entre la competencia y uno mismo por lo que la diferenciación es necesaria. No existe un tiempo estimado para tal, así que la paciencia en la evolución y materialización del día a día debe ser exquisita.
Da la sensación que en la actualidad nadie hace absolutamente nada a cambio de nada, y en ese aspecto debo añadir que compartir conocimiento desinteresadamente me ha hecho conocer personas fantásticas aportándome un Master de riqueza impagable. Ser capaz de decir NO en muchas ocasiones también pudiera confundirse con necedad o negatividad, cuando es el foco del enfoque elegido el que conviene no perder. Eso de tirarse a todo lo que pasa… siempre trae consecuencias.
Superar los fracasos y la adversidad, tomar decisiones o comprender las necesidades a cada momento de las personas no solo refuerzan si no que contribuyen a descubrir y crear posibilidades para influir positivamente en las personas.
Quizás necesitemos menos influencers y más referencers.
