El candidato del PSOE a la Moncloa, Alfredo Pérez Rubalcaba, quiere en su programa electoral una reforma a fondo del modelo energético que incluya el cierre de paulatino las nucleares -no profundizó al respecto-, así como una propuesta de financiación estable de la sanidad pública, lejos del «ilusionismo programático» del PP.
El ex ministro se expresó ayer así durante la presentación del borrador del documento marco de la conferencia política de otoño a los miembros de la Ejecutiva del PSOE, así como a los parlamentarios socialistas en sendas reuniones a las que no asistió el presidente Zapatero, de viaje en Turquía.
En su intervención, aprovechó para lanzar un mensaje al líder del PP, Mariano Rajoy, ante el debate de si los millonarios deberían pagar más impuestos, idea que el Partido Popular, a su juicio, ha desechado: «Que no se equivoque, porque los que necesitan protección no son los más ricos, sino justamente los que menos tienen».
Tras dejar claro que los servicios sociales necesitan recursos para financiarse, el cántabro acusó de mentir a quienes prometen bajar impuestos manteniendo el gasto social porque eso es «ilusionismo programático».
Frente a ello, aseguró que el PSOE tendrá un programa «estable y financiable desde el punto de vista presupuestario», en el que las grandes propuestas vayan acompañadas de fórmulas que detallen claramente cómo se financiarán. Eso hará, si gana, en la sanidad pública, que es «la joya de la corona» del Estado del bienestar, para evitar el copago y dejar sin pretextos a quienes se quejan de no tener dinero y así privatizar «lo cremoso, lo bueno».
Entre otras medidas, Rubalcaba ha apostado por aplicar «hasta el final, con determinación», las reformas laborales aprobadas durante la legislatura, convencido de que darán «muchísimo juego».
En el capítulo de empleo, desea ofrecer planes para los jóvenes, incentivar la creación de trabajo en 11 sectores -desde la biotecnología hasta la construcción, la hostelería o el turismo- y apoyar a los emprendedores y autónomos, eliminando restricciones burocráticas. «Y todo ello financiado», prometió Rubalcaba, quien se declaró «completamente keynesiano».
No habrá fuga… simbólica.- Todo parecía indicar que iba a ser una estampida de dinosaurios del PSOE, de líderes históricos -o incluso emergentes- que no veían con buenos ojos a Rubalcaba, ya fuese en su papel de ministro o de candidato, o las negras perspectivas del 20-N. que las deserciones iban camino de ser masivas: Bono, Calvo, Sebastián, Moratinos, Guerra, Antonio Gutiérrez, Chaves…
No obstante, a poco más de dos meses para las generales, y tras no pocas negociaciones, Rubalcaba ha logrado que dos pesos pesados como Alfonso Guerra, ex número dos de Felipe González, y Manuel Chaves, presidente del PSOE, sigan sentados en el Congreso. El primero liderará la lista de Sevilla, y el segundo, la de Cádiz. Sorprende un poco el gran interés que ha puesto el candidato socialista, cuando lo que se pide es sabia nueva. La que parece haberle dado un buen disgusto es la ministra Garmendia, que no repetirá, aunque afirmó que estará en su equipo…
