Tras su ventaja sobre el presidente de EEUU, Barack Obama, en el debate de la semana pasada, el candidato republicano, Mitt Romney, logró ayer ponerse por primera vez por delante en las encuestas, situándose cuatro puntos por encima de su adversario. Poco antes de darse a conocer esos datos, el conservador apostó por la política exterior para ganar enteros en esta última fase de la campaña.
Romney conseguiría, según los sondeos sobre intención de voto del Centro de Investigación Pew, el 49 por ciento de los sufragios, mientras que el demócrata se quedaría con el 45 por ciento, lo que supone una subida de nueve puntos para el líder opositor respecto a la medición de septiembre.
Además, el exgobernador de Massachusetts ha mejorado su posición entre las mujeres, que ahora se dividen en un 47 por ciento entre ambos aspirantes a la Presidencia, cuando en el pasado mes Obama aventajaba en 18 puntos porcentuales a Romney en este electorado.
El republicano también ha escalado posiciones entre los votantes blancos no hispanos, ya que la comunidad latina sigue prefiriendo a Obama, y entre los menores de 50 años.
El Centro de Investigaciones Pew atribuye este ascenso del conservador al debate electoral del pasado 3 de octubre, el primero de los tres previstos, en el que el líder opositor ganó a su oponente, según todas las encuestas.
Ajeno a estos datos, y sumergido de lleno en la campaña, el republicano atacó al demócrata por su «fracaso» en Oriente Próximo y reclamó un papel más activo para Estados Unidos en el desarrollo de los acontecimientos de la llamada Primavera Árabe. Asimismo, acusó al Gobierno de haber actuado con torpeza ante los recientes ataques al consulado norteamericano en Libia y de haber fallado a la hora de apoyar a Israel para frenar el programa nuclear de Irán.
Desde el Instituto Militar de Virginia, en Lexinton, Romney aseguró que el inquilino de la Casa Blanca «fracasó en el momento de ofrecer apoyo tangible a los socios» que EEUU quiere y necesita cuando las revueltas en el mundo árabe se extendieron.
Además, criticó al presidente por una «abrupta retirada» de Irak de toda la presencia de tropas nacionales, un acuerdo que en realidad fue sellado bajo la administración del exdirigente republicano George W. Bush.
El equipo de campaña de Obama rechazó, sin embargo, el discurso de Romney, del que consideran que mostró su inexperiencia y los continuos cambios de opinión en esa área.
El secretario de la campaña de prensa del demócrata, Ben LaBolt, destacó, además, que el candidato progresista «terminó la guerra de Irak de forma responsable, diezmó a la cúpula de Al Qaeda y llevó a Bin Laden ante la Justicia». «Mostró un apoyo férreo y sin precedentes al Estado de Israel y logró las mayores sanciones de la historia sobre Irán», agregó.
También la exsecretaria de Estado Madeleine Albright rompió una lanza a favor de Obama tras escuchar el discurso de su adversario, al asegurar que, después de oír a Romney se quedó «más confusa», ya que éste había cambiado su opinión en varios aspectos.
