La primera parada en la lucha por la candidatura republicana en las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos, que se celebrarán el próximo mes de noviembre, dio ayer una sorpresa. Y es que en el caucus de Iowa, pistoletazo de salida de la pugna conservadora, se impuso el favorito en las encuestas, el exgobernador de Massachusetts Mitt Romney, pero lo hizo con un leve margen de diferencia de ocho votos sobre su inmediato perseguidor, el exsenador Rick Santorum, descartado en los sondeos previos a la cita.
Concretamente, Romney obtuvo 30.015 apoyos, frente a los 30.007 de Santorum. Se trata del margen más estrecho de la historia de las votaciones en este estado entre dos precandidatos. Antes de ayer, el récord lo tenían los expresidentes George H. Bush y Ronald Reagan, que se enfrentaron en las primarias republicanas de 1980.
La victoria de Romney se daba por sentada, pero no la escasa distancia con el segundo elegido. Santorum, un antiguo gobernador de Pennsylvania con ideas muy conservadoras, dio la campanada y se introdujo sorpresivamente en la contienda electoral, desbancando al congresista de Texas Ron Paul, al que los estudios otorgaban un mayor respaldo.
La próxima cita será el martes 10 en New Hampshire. Según un sondeo, el ganador en la primera contienda volverá a alzarse con la victoria, con un 43 por ciento de los sufragios, seguido por Paul, que obtendría un apoyo del 14 por ciento. Nuevamente, las encuestas situaron a Santorum en un muy lejano puesto, el quinto entre los votantes republicanos.
Quien ya no estará en esa pugna será la congresista de Minnesota Michelle Bachmann, que confirmó que ha decidido «apartarse» de la carrera por la Casa Blanca, al obtener un pobre cinco por ciento de los apoyos que la situaron en la sexta y última posición entre los candidatos
La representante del ultraconservador Tea Party reconoció que «Iowa ha hablado con voz muy clara», pero se comprometió a seguir ayudando al partido para «derrotar la agenda de socialismo del presidente Obama».
