Pues los Mojinos Escozíos ya debutaron en Segovia. La Plaza Mayor y las fiestas de San Juan y San Pedro fueron el escenario y el marco elegidos para que el sexteto liderado por El Sevilla tomaran una de las pocas capitales españolas que les quedaban por visitar en sus más de 20 años de trayectoria. El concierto colmó todas las expectativas de un público entregado al carisma de una banda cuya historia tiene poco recorrido comercial pero que cuenta con miles de seguidores por toda España que llenan todos los lugares en los que actúan.
Y es que Mojinos no engaña a nadie. Su propuesta es tan básica como efectiva y no es otra que mezclar el rock con la sátira, la risa de trazo grueso y el humor efectista interpretado por uno de los grandes del «rock business» de la música española.
Es verdad que esta propuesta genera adeptos incondicionales en casi igual medida que odios africanos. Muchas de sus canciones no tienen el marchamo de lo políticamente correcto y otras entran directamente en la chocarrería y la procacidad, y de esta manera marcan la línea divisoria entre defensores y detractores. Pero el rock es transgresión y tiene que tener un punto de locura irreverente que es el que muchos artistas han llevado a los escenarios con éxito. Así, Ozzy Osbourne descabezaba murciélagos sobre el escenario, Iggy Pop (antes de meterse a vendedor de tónicas) fue el padre de la provocación sexual con The Stooges y Jerry Lee Lewis incendiaba su piano de vez en cuando en algún concierto.
El Sevilla suda, tose, bromea con sus músicos, demuestra su capacidad dipsómana bebiendo una lata de refresco en 20 segundos y busca constantemente el contacto con el público consciente de que cualquier propuesta será bien recibida; incluso la de dos chicas que se prestaron al juego de mostrar su torso desnudo a cambio de una canción.
Pero en el caso de Mojinos, a la provocación y al humor se une un concepto musical de gran calidad -si, digo bien- porque rascando sobre el envoltorio de la risa y el cachondeo se ocultan muy buenas canciones, que dejan traslucir la admiración y el respeto de la banda por clásicos como Led Zeppelin, Status Quo, AC/DC, ZZ Top y otros míticos grupos de la historia del rock. Ese respeto se apoya en buenos músicos que además de apoyar las divertidas «perfomances» de El Sevilla, muestan su calidad en muchas de las canciones que tocaron en las casi dos horas que se prolongó el concierto.
Quizá Mojinos no entre en el concepto de «Cultura habitada» que defiende el Ayuntamiento -de hecho la concejalía de Cultura pareció empeñada en diluir su presencia en el programa- pero a veces hay que recurrir a Maquiavelo y pensar que el fin justifica los medios, y quien siembra, recoge. Además, en fiestas, un poco de desfase no viene mal… digo yo.
