Uno de los hijos del propietario del restaurante Narizotas consiguió en la tarde de ayer frustrar un intento de robo en el establecimiento. Percatado de la presencia de un caco en el interior del establecimiento, el joven logró mantener encerrado al caco en el interior de una sala mientras llegaba la policía. Al parecer, unos ocho agentes se personaron en el lugar prácticamente al instante, algo que quiso resaltar y valorar el dueño del restaurante. En las fotografías, a la izquierda uno de los miembros del Cuerpo Nacional de Policía inspecciona la entrada al local para ver cómo pudo acceder al mismo el ladrón. En la segunda instantánea los agentes introducen al detenido en uno de los coches policiales, tras recuperar las monedas que el restaurante tenía para el cambio, que era lo único que había podido sustraer. / Foto: Juan Martín
