Los peores pronósticos se confirmaron a última hora de la tarde de ayer cuando los medios norteamericanos anunciaron que Ricky Rubio podría estar fuera de las canchas de cuatro a seis meses (los más pesimistas hablan incluso de nueve meses en el dique seco) por una rotura del ligamento anterior cruzado de su rodilla izquierda. Con ese diagnóstico, el base español se perderá el resto de la temporada de la NBA y solo un milagro podría llevarle a los Juegos Olímpicos de Londres, en los que era un fijo para el seleccionador nacional, Sergio Scariolo.
La preocupación por el internacional español comenzó nada más producirse la lesión pues los gestos de Ricky no presagiaron nada bueno. El desgraciado suceso para uno de los mejores novatos de esta temporada en la liga norteamericana se produjo cuando, a falta de 17 segundos para el final y con los Wolves un punto arriba, Ricky Rubio realizó una ayuda defensiva ante la estrella de los Lakers, Kobe Bryant, que le arrolló al intentar escapar e impactó con su rodilla izquierda. La falta, pitada en defensa para enfado del Target Center, dejó al base tumbado en el suelo con ostensibles muecas de dolor.
Rubio, que sumó 15 puntos y 10 asistencias, se probó para intentar volver, pero rápidamente comprobó que su articulación no estaba en condiciones.
El propio jugador advirtió de sus malas sensaciones tras el partido. «Dura derrota contra los Lakers. Me hice daño en la rodilla, pero hasta mañana (por hoy) no sabré nada. Ya os diré algo. Gracias por vuestro apoyo», escribió el base en su Twitter.
En cuanto al partido, pese a la baja del flamante campeón del concurso de triples Kevin Love, Minnesota luchó hasta el final por sorprender a los Lakers, liderados por Kobe Bryant (34 puntos) y Andrew Bynum (26 puntos). Sin embargo, la acción decisiva del choque corrió a cargo de Pau Gasol (12 puntos y 11 rebotes) que, con su equipo un punto arriba, taponó a Derrick Williams a falta de siete segundos para el final.
