El Mundial de Brasil se quedó ayer sin una de sus principales estrellas: el francés Franck Ribéry, que se perderá el torneo por sus reiterados problemas en la espalda, tal y como confirmó el seleccionar galo, Didier Deschamps.
El centrocampista del Bayern de Múnich, máxima estrella de la escuadra ‘bleu’ y una de las grandes figuras del torneo, llevaba semanas sometiéndose a tratamientos con la esperanza de superar sus problemas físicos, pero los últimos análisis confirmaron que no llegará en plena forma, por lo que lo mejor es retirarse a tiempo.
El jugador, de 31 años, no había podido disputar ya los dos primeros amistosos ante Noruega (4-0) y Paraguay (1-1) y Deschamps avisó que no lo forzaría para facilitar su recuperación.
«Le llamamos al inicio de la concentración aunque estábamos bastante preocupados. En este momento realizamos entonces pruebas médicas que eran bastante satisfactorias. La primera semana se dedicó a cuidarse y a hacer ejercicios específicos. Hubo algunas señales de mejora y continuó con ese trabajo incluso durante los dos días de descanso», explicó el técnico en una rueda de prensa.
«Posteriormente, aumentamos la intensidad del trabajo y hoy mismo, en el último entrenamiento, antes incluso de poder iniciar el trabajo en equipo, se paró en seco tras un movimiento con un fuerte dolor», añadió.
Deschamps también recalcó que el internacional está muy triste. «Franck tuvo problemas, pero todo iba en la dirección correcta hasta que su situación se agravó repentinamente», lamentó.
Operado en febrero
El extremo fue operado el pasado mes de febrero, aunque posteriormente mostró acusados dolores lumbares, algo que le ha mantenido como duda para la cita mundialista las últimas semanas. El tercer clasificado del Balón de Oro 2013 no podrá afrontar su tercera y última Copa del Mundo, tras estar presente en las de Alemania 2006 y Sudáfrica 2010.
Deschamps cubrirá su ausencia con la convocatoria de Remy Cabella. Además, Francia también perdió por una lesión en el muslo a Clement Grenier, que fue sustituido por Morgan Schneiderlin.
Por tanto, el peso del ataque ‘bleu’ recaerá ahora en el madridista Karim Benzema, que tratará de guiar a su selección tras el fiasco de hace cuatro años, en el que el combinado quedó eliminado en la primera fase tras finalizar en última posición con un punto.
Los galos debutan en el Mundial el 15 de junio ante Honduras en el Grupo E, que también integran Suiza y Ecuador.
