El Real Madrid afrontará hoy (16.00 horas) en Riazor, un estadio históricamente inaccesible para los blancos, un duro examen de cara a no descolgarse más en la Liga BBVA, y buscará una mejoría ante un Deportivo de La Coruña que desea aprovechar sus armas para arañar algo positivo y dejar sin victoria por tercera jornada consecutiva a los de Carlo Ancelotti.
Después de perder de forma sorpresiva ante la Real Sociedad en Anoeta y de caer tras una mala segunda parte en el Santiago Bernabéu en el derbi ante el Atlético, el actual campeón de Europa vio como después de tres partidos, la distancia con el FC Barcelona es ya de seis puntos de diferencia y dos menos con los de Diego Pablo Simeone, por lo que, a pesar de las palabras de su técnico, el margen de fallo sería mínimo.
El objetivo del equipo madridista sería acabar con esta mala racha liguera y evitar encadenar una demoledora tercera derrota consecutiva, algo que no se produce desde la campaña 2008-2009 cuando perdió ante Getafe, Sevilla y FC Barcelona. Las dos primeras y su posterior reacción en rueda de prensa le costaron el puesto a Bernd Schuster, relevado por un Juande Ramos que no pudo ganar en el Camp Nou, pero que encadenó 18 partidos consecutivos sin perder, con 17 triunfos y un empate.
Aquel inicio de campaña fue malo, con cinco derrotas en las primeras 15 jornadas, una de ellas, la inaugural, precisamente en el escenario de hoy, un Riazor que no se le da nada bien al Real Madrid, acostumbrado más a perder que a sacar los tres puntos. De hecho, desde 1993, de diecinueve visitas, 17 sin ganar, con once derrotas y seis empates, y dos victorias, aunque las tres últimas arrojan números más optimistas con dos triunfos (1-3 en la 2009-2010 y 1-2, remontando en el tramo final, en la 2012-2013) y un empate sin goles en el 2010-2011.
Tampoco es un estadio del que guarde buenos recuerdos Carlo Ancelotti, que vivió probablemente su peor noche en la Copa de Europa en abril de 2004 cuando vio como el Deportivo le levantaba el 4-1 de San Siro con una goleada demoledora, por lo que también querrá quitarse aquella amarga imagen. De aquel equipo deportivista queda un superviviente en la actual plantilla, el veterano lateral Manuel Pablo.
Con todo, el Real Madrid debe olvidar su irregularidad liguera y no descuidarse ante un rival que de la mano de Víctor Fernández está dispuesto a no pasar apuros este año, lo que pasaría por hacerse fuertes en casa. Reforzado por los valiosos tres puntos a domicilio ante un rival directo como el Eibar, el ‘Depor’ intentará complicar las cosas a un conjunto blanco que apelará a su calidad.
Ancelotti insiste en la necesidad de lograr “continuidad” en un juego, de muy buen nivel en momentos puntuales de los partidos, como la primera media hora de Anoeta o la primera parte del pasado derbi. La goleada ante el Basilea, donde el equipo demostró todo el poderío goleador y calidad ofensiva que le dan Cristiano, Benzema, Bale y James, se mira en la entidad como una plataforma de impulso.
Vuelve Carvajal
Para el partido en Riazor, el técnico italiano podría contar con el recuperado Dani Carvajal, cuya ausencia se notó ante el Atlético, y que lo más probable es que recupere la titularidad en una defensa donde, en cambio, no estará el lesionado Pepe, sustituido por el recién renovado Raphael Varane.
En el bando del Deportivo, la principal ausencia será la de José Rodríguez, cedido por el Real Madrid al conjunto gallego y no tiene la autorización para jugar, por lo que puede abrir la titularidad a Medunjanin junto al portugués Hélder Postiga.
Víctor Fernández, intentando acoplar a todos los nuevos que llegaron, insistió en rozar la perfección para tener opciones y espera que la ‘parroquia’ deportivista se vuelque con los suyos para renacer los peores recuerdos del actual campeón de Europa en Riazor. Con menor calidad, el balón parado, el orden y un buen uso de la posesión serían las armas locales.
