Eufórico se mostró ayer Pedro Arahuetes, alcalde en funciones de la ciudad y más prudentes la concejala de Cultura, Clara Luquero y la directora gerente de la oficina Segovia 2016, Nuria Preciado, al compartir con los medios locales sus impresiones después de la visita a la ciudad de miembros del jurado de la capitalidad europea de la cultura el pasado jueves.
“Siempre hemos presumido de que tenemos una pequeña gran ciudad, lo que queremos es partir de nuestro tamaño y convertir a Segovia en una gran ciudad cultural; esa es la diferencia que nos separa de otras (candidaturas) y que ha sido muy bien valorada por el jurado” afirmaba Arahuetes para concluir que “sería un poco presuntuoso decir que esto nos catapulta al liderato pero creemos que sí”.
Añadió todavía que “somos la más específica, más inusual y con menos puntos de unión al resto y eso es bueno por el elemento diferenciador”.
Además de las palabras elogiosas de los miembros del jurado al final de su jornada en Segovia, los responsables de la candidatura segoviana valoraron su interés y su implicación durante toda la visita.
Preciado precisó que, quizá fruto de una mala traducción, no ha tenido repercusión una de las apreciaciones del presidente del jurado, Manfred Gaulhofer, valorando el carácter extensivo del proyecto de Segovia 2016 a otras ciudades europeas.
También consideró positivo que durante la visita el jurado comprendiera el proyecto de la candidatura, precisamente por lo inusual y comentó que “de lo que estamos seguros es de que lo pasaron muy bien, lo disfrutaron”.
La concejala del área, que se muestra de acuerdo en que el modelo de Segovia es diferente al de las otras cinco candidatas, recalcó que “la ciudad seduce a cualquiera pero eso no es suficiente para lograr la capitalidad cultural, por eso todo el equipo fuimos hablando del futuro que la ciudad espera”.
Como anécdota, Preciado señaló que el presidente del jurado quedó encantado con las huertas de la Hontanilla y con los hortelanos, con los que habló de métodos de cultivo ecológicos, por ejemplo.
Por otro lado, en la visita a la muestra de vidrieras de la Catedral, que están siendo restauradas por el vitralista Carlos Muñoz de Pablos, los miembros del jurado quedaron “fascinados” con su labor y llegaron a referirse a él como “un humanista del siglo XXI”.
En definitiva, el alcalde tiene claro que el proyecto de Segovia 2016 es diferente y que “si tienen que decidir entre seis y uno es diferente, bueno y positivo, tenemos posibilidades”.
