Repsol alcanzó un beneficio neto de 2.060 millones de euros en 2012, lo que supone un descenso del 6,1% respecto al ejercicio precedente, según informó ayer la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El retroceso en las ganancias responde al efecto de la valoración de los inventarios de hidrocarburos que la compañía almacena como reserva estratégica para el país. Sin contar esta variable, el resultado neto habría aumentado un 5,4% respecto al ejercicio anterior, hasta los 2.048 millones.
La empresa destacó ayer su capacidad para mejorar los beneficios incluso a pesar de la expropiación en mayo del año pasado de YPF y explicó que la actividad de exploración y producción (upstream) se ha convertido en su auténtico «motor de crecimiento».
La producción aumentó un 11% durante el ejercicio gracias a la actividad en Bolivia, Libia o Estados Unidos, y la tasa de reemplazo de reservas alcanzó el porcentaje récord del 204%.
El resultado de explotación del upstream aumentó un 56%, hasta 2.208 millones y la compañía realizó durante 2012 uno de los mayores descubrimientos del mundo, el de Pao de Açucar, en Brasil, además de otros en Perú, Colombia y Argelia.
Repsol completó durante el pasado año la ejecución de cuatro de los 10 proyectos clave contemplados en el Plan Estratégico 2012-2016, lo que supone un avance «significativo» en sus objetivos de incremento de la producción.
Durante el año, las inversiones de explotación de esta área ascendieron a 2.423 millones de euros, lo que supone un incremento del 34% con respecto a las de 2011. El 60% de esta partida se destinó a actividades de desarrollo.
Por otro lado, el consejo de administración de la firma acordó proponer a la próxima junta general la continuación del programa Repsol Dividendo Flexible y el pago de una retribución a los accionistas, como dividendo complementario del ejercicio, por un importe equivalente a 0,50 euros por acción.
La petrolera presidida por Antonio Brufau dispone, en la actualidad, de una liquidez de 9.000 millones, sin incluir Gas Natural Fenosa, y supera en tres veces los vencimientos de su deuda a corto plazo. El anterior dividendo flexible, las desinversiones selectivas y la gestión financiera permitieron reducir la deuda en 2.000 millones durante el año.
Reducir deuda
Además, el acuerdo cerrado esta semana con Shell para la venta de activos de gas natural licuado (GNL) por valor de 5.117 millones de euros permite a la firma reducir en más de la mitad su endeudamiento, hasta 2.200 millones.
En cuanto al downstream, el resultado de explotación se situó en 1.013 millones, lo que supone un descenso del 14,3%. La caída de ventas en las estaciones de servicio quedó solo parcialmente compensada por la puesta en funcionamiento de los proyectos de mejora de las refinerías de Cartagena y Bilbao.
La entrada en funcionamiento de estas dos instalaciones no solo elevó la producción de refino, sino que también procuró una mejora de los márgenes del 231%, hasta 5,3 dólares por barril. Las inversiones en downstream fueron de 666 millones, ligeramente inferiores a las del ejercicio anterior.
Del mismo modo, el resultado de explotación del negocio de GNL se situó en 535 millones de euros, lo que se traduce en un incremento del 38%, mientras que el resultado procedente de la consolidación de Gas Natural Fernosa fue de 920 millones, un 3,7% más.
Por otro lado, Brufau consideró muy difícil poder llegar a un acuerdo con el Gobierno de Argentina en lo que se refiere a la compensación de la nacionalización de YPF, la filial de la petrolera expropiada el año pasado.
Repsol está «listo para llegar a un pacto», señaló su presidente, que admitió, no obstante, que no «confiaba» en que pueda lograrse.
Brufau señaló que la petrolera, que exige 10.500 millones de euros de compensación a Buenos Aires, seguirá con sus «esfuerzos para conseguirlo», y calificó la expropiación de YPF como «loca» además de «ilegal» y reconoció que «las cosas no progresan bien» en la empresa desde entonces.
