La compañía ferroviaria Renfe tomó la decisión el jueves de suprimir dos paradas diarias de los trenes de alta velocidad (AVE) que realizan el trayecto entre Madrid y Vigo. Esta decisión ha causado un fuerte malestar entre los segovianos y varios cargos públicos han manifestado su oposición. Así el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Segovia considera que esta medida se traduce en «la pérdida de posibilidades de movilidad para los segovianos, tanto en su relación con Madrid, como con el conjunto de ciudades ubicadas en el corredor hacia Galicia, con parada final en Vigo».
Para el alcalde de Segovia, José Mazarías, esta decisión atiende a «las exigencias» del regidor socialita de Vigo, Abel Caballero, en una «demostración de falta de solidaridad» entre ciudades y territorios. Para Mazarías, esta medida «desprecia» a Segovia por «el hecho de contar con 50.000 habitantes frente a los 300.000 de la ciudad gallega», una diferencia que, según se deduce de sus declaraciones, «convierte a los segovianos en ciudadanos con menos derechos que los vigueses».
Para el Gobierno de Segovia resulta «incomprensible» que la compañía y el Gobierno de España «satisfagan directamente las exigencias» de Caballero. El pasado mes de marzo, cuando el alcalde gallego manifestó su postura de reducir paradas en el corredor Madrid-Vigo, Mazarías, ya rechazó cualquier modificación que significara una reducción de servicios de tren y de derechos para los segovianos sólo para que el viaje desde Galicia sea un poco más corto.
Al mismo tiempo, solicitó una reunión con el presidente de Renfe para tratar este asunto, un encuentro que no ha aceptado el presidente, Álvaro Fernández, (que sí se reunió hace semanas con Caballero), mientras que aún está pendiente la respuesta del director de Relaciones Institucionales, José Luis Blanco, para fijar una fecha de reunión, a pesar de que Renfe ya ha tomado una decisión en este conflicto.
El alcalde de Segovia exige, y así lo trasladará en esa reunión, la «reversión inmediata» de esta medida y «la reposición» de todos los servicios y paradas en la estación de Guiomar, por donde es cada vez más frecuente que los trenes pasen a 300 kilómetros por hora sin dar oportunidad al uso de estos servicios, convirtiendo a los viajeros segovianos en ciudadanos de segunda clase.
CONFRONTACIÓN EN EL PSOE
Por otro lado, representantes del PSOE de Segovia también mostraron su contrariedad a la decisión de Renfe. Así, Clara Martín, portavoz del grupo socialista en el Ayuntamiento de Segovia, reconoció en su cuenta de la red social ‘X’ que «no es de recibo que Segovia salga perdiendo en una situación como esta, en la que se eliminan dos servicios para beneficiar a otros»; y pidió al presidente de Renfe «explicaciones urgentes». También se manifestó José Luis Aceves, secretario general del PSOE de Segovia y diputado nacional: «Trasladamos nuestra preocupación y pedimos explicaciones y soluciones. Esperamos respuestas en los próximos días y confiamos en una solución».
