El presidente de Renault España, Jean Pierre Laurent, afirmó ayer que Valladolid es una «firme candidata» para lograr un plan industrial con un nuevo vehículo convencional a partir de 2013, un coche eléctrico en 2011, y un nuevo motor de gasolina, algo que supeditó a lograr una rebaja de los costes de producción para ser competitivos respecto a otros países, a través de las ayudas de las administraciones, la flexibilidad laboral y la moderación salarial. Laurent defendió que mantener la actividad de las plantas constituye para él un «reto personal» y sustanció que el futuro de la de Montaje de Valladolid está ligado a la llegada de un nuevo modelo convencional, que «existe», dijo. Ahora bien, «si en el 2013 no llega el coche convencional, la planta de Valladolid no seguirá», aseguró, para recordar que el vehículo eléctrico, aunque «es el futuro», no generará en principio empleo suficiente para mantener en activo la factoría.
En todo caso, apuntó que la decisión de la matriz de la marca del rombo no se conocerá hasta finales de este año.
El alto ejecutivo recordó que la empresa no tenía previsto «ningún sustituto» para el Modus y, sin embargo, «Castilla y León no se dio por vencida» y puso nuevos planteamientos sobre la mesa. «Existe un futuro tangible», señaló a colación de lo expuesto, antes de afirmar también que ha visto los nuevos modelos sobre el papel.
Así, Jean Pierre Laurent, que presidió la Junta General de Accionistas de la compañía en Valladolid, aseguró -recordando el símil del ministro de Industria-, que el «pescado ahora está en el horno y puede salir quemado o con buen gusto». En este sentido, aseguró que lograr el plan global es trabajar «todos juntos» y, al respecto, explicó que están en «buen camino» para lograr los apoyos del Gobierno regional y del Estatal, y confió en llegar a un entendimiento con los representantes de los trabajadores, porque, añadió, se trata de organizaciones «muy sensatas».
En este contexto, Laurent destacó que durante los próximos tres años van a necesitar expedientes de regulación de empleo «mucho más importantes» que los demandados hasta ahora, que se deberán «pactar», porque si no, no podrán «garantizar nunca el empleo». Habrá que «trabajar mucho más cuando haya demanda, aceptar EREs de dos meses y después trabajar todos los sábados», ejemplificó.
En este aspecto se detuvo y concretó que deberán ajustarse a la demanda, que no se recuperará, según sus estudios, en cinco años, y las ayudas directas a la compra se terminarán, a lo que se sumará el fin de vida de producto del Modus y el Clio. «Estamos obligados a pedir eres», subrayó.
Por último, incidió en que el futuro pasa por fabricar coches ecológicos.
