El Real Madrid se clasificó ayer para los cuartos del final de la Liga de Campeones al vencer en el campo del Manchester United en un partido que tuvo emoción, sudor, polémica y un gol decisivo de Cristiano Ronaldo.
Alex Ferguson sorprendió con su alineación al dejar en el banquillo a Rooney y Kagawa. Lo tenía claro: el conjunto blanco sufre ante equipos cerrados porque le cuesta llegar al área con combinaciones de balón. Y así sucedió. El Manchester United no solo estuvo muy cómodo en la primera parte, sino que suyas fueron las dos ocasiones más claras del descanso.
Uno de los puntos fuertes del conjunto inglés son los balones parados y por ahí llegó su primera gran ocasión, con un remate de Vidic al palo. Y un poco más tarde, Diego López sacó sendos remates de Robin van Persie y Welbeck, éste último lleno de peligro.
Con Xabi Alonso tapado, el cuadro visitante no fue capaz de dar cuatro pases seguidos. Renunció a jugar por las bandas y apenas pudo hacer llegar balones a Cristiano.
El Real Madrid se marchó al descanso sin ninguna ocasión clara de peligro y con Di María lesionado. Tan malo le pareció el escenario a José Mourinho que el sustituto del argentino fue Kaká.
Y lo que ocurrió al inicio de la segunda parte es que el Manchester marcó. Ocurrió en una jugada muy desafortunada. Nani centró en el área y Sergio Ramos marcó en propia meta.
Pero el encuentro dio otro giro inesperado a los 57 minutos, cuando el colegiado expulsó a Nani por poner la bota en el pecho de Arbeloa. Mourinho movió pieza de nuevo y metió a Modric.
Si el United protestó la expulsión, más callado se quedó a los 62 minutos, cuando Rafael sacó con la mano bajo palos, en una jugada que pudo significar penalti y expulsión. Para entonces, el Real Madrid ya había entrado en ‘modo asedio’. El empate llegó por su propio peso. A los 66 minutos, Modric disparó desde la frontal y el balón entró tras golpear en el palo. Entonces, el equipo español comenzó a verse en los cuartos de final.
Además, el cuadro inblés comenzó a dar síntomas de asfixiamiento mientras Modrid leía perfectamente lo que el Real Madrid debía hacer. Tocar, tocar y tocar.
Y en una jugada masticada llegó el segundo tanto. Özil metió un balón en profundidad a Higuaín y el argentino puso un gran balón raso que encontró a Cristiano. El portugués no lo celebró en deferencia a la que fue la casa.
Fiel a su naturaleza, Mourinho quitó del campo a Özil para poner al defensa Pepe. Al United le quedó orgullo y quiso morir en el área rival. Y hasta pudo igualar con un remate de Giggs que sacó Diego López con una gran parada. El arquero estuvo sensacional.
El partido acabó con Ferguson poniendo su dedo acusador con el árbitro y el Madrid celebrando el pase. Está en cuartos después de sufrir una agonía. Y de nuevo con un gol salvador de Cristiano.
Otro resultado:
Borussia Dortmund-Shakhtar d. 3-0
