El Real Madrid se impuso ayer al Mallorca (1-2) en un partido difícil para el conjunto blanco en el que tuvo que remontar un gol de Hemed conseguido en la primera parte, por lo que los de Mourinho consiguieron proclamarse campeones de invierno y poner el punto de mira en el ‘clásico’ del próximo miércoles ante el Barça.
El equipo de Mourinho, que se presentó en la isla balear con las bajas de Di María y Khedira, saltó al terreno de juego con Callejón y Cristiano por las bandas para intentar aprovechar la profundidad de ambos jugadores. No obstante, el conjunto ‘merengue’ solo buscaba el área rival con pases largos.
La buena presión del Mallorca junto a las imprecisiones de los madridistas provocó que el equipo de Caparrós dispusiera de la primera oportunidad clara a los nueve minutos. Una internada por la banda derecha de Castro fue finalizada por Víctor con un remate de espuela, que a punto estuvo de sorprender a Casillas.
El Real Madrid no se encontraba cómodo y tras una falta a favor despejada por la zaga ‘bermellona’, el cuadro local dispuso de otra ocasión para adelantarse en el marcador. Un pase entre líneas realizado por Pereira dejó a Víctor Casadesús dentro del área rival, pero el canterano no encontró el hueco y Lass, que tuvo que actuar de oficio, evitó un mal mayor en una acción en la que los locales reclamaron penalti del francés.
Pese a que el bloque visitante despertaba y se hacía con la posesión del balón, las imprecisiones hacían que lo intentaran siempre por el centro. En una de esas acometidas, Callejón se quedó solo ante Aouate tras recibir un buen pase de Xabi Alonso por encima de la defensa, pero el exespanyolista no estuvo fino y marró lo que podría haber sido el primer gol.
La poca fluidez del juego, sumado a la buena colocación local, dificultaba el juego de los blancos que solo inquietaban la portería de Aouate en acciones a balón parado, lo que permitía al cuadro ‘bermellón’ salir a la contra con cierta facilidad. En una de esas, Hemed luchó un balón con Ramos y a punto estuvo de sorprender de nuevo a Íker.
La lentitud y el desconcierto ‘merengue’ fue aprovechado por los de Caparrós en la siguiente jugada. Una combinación entre Pau Cendrós y el ‘Chori’ Castro, acabó con un centro medido del uruguayo a la cabeza de Hemed que, tirándose en plancha, marcó el primero para los locales.
Con el 1-0, el Madrid tiró de casta y casi consigue su cometido en una jugada ensayada. Una falta botada por Özil fue rematada por Sergio Ramos, libre de marca en el centro del área, pero su cabezazo impactó en el palo izquierdo de la portería balear. Ya en el segundo acto, el equipo de Mourinho salió con otra cara. Higuaín sustituyó a Lass en el descanso y, Kaká y Coentrao entraron a los 10 minutos por Marcelo y Arbeloa. El asedio a la portería de Aouate era constante, pero el Mallorca seguía bien colocado en la zaga.
Los visitantes se adueñaron de la pelota, aunque no encontraban el hueco para igualar el choque.
Los de Caparrós, que no se conformaban con el 1-0, dispusieron de una nueva oportunidad, esta vez en las botas de Pereira, que obligó a Casillas a emplearse a fondo para despejar. La salida de Kaká dio más libertad a Özil y el Madrid se aprovechó. Un pase en profundidad del alemán a Higuaín fue bien empleado por el argentino para empatar. El delantero la picó por encima de Aouate, que no llegó a frenar el esférico.
Con el partido igualado, los de Mourinho querían más y sus delanteros empezaron a tener protagonismo. Cristiano, con un zapatazo desde la frontal que dio en el larguero, e Higuaín, con un gol anulado por un presunto fuera de juego, estuvieron cerca de consumar la remontada blanca.
A cinco minutos del final, Caparrós daba por buenas las tablas y apostó por retirar a Víctor y dar salida a Martí. En la siguiente jugada Callejón, que se encontró un balón en la frontal, adelantó al Real Madrid.
Con los nervios locales por la remontada blanca, Caparrós dio entrada a Alfaro, pero las acometidas ‘bermellonas’ no dieron sus frutos y el Real Madrid se llevó los tres puntos del Iberostar tras superar con casta y esfuerzo un complicado partido.
