El cambio de actitud y de opinión sobre una cuestión, en este caso los remanentes de tesorería de una administración pública procedentes del ejercicio económico anterior, muestran la doble cara de los políticos, dependiendo de en qué institución se encuentren y en qué lado de la bancada, en la del equipo de gobierno o en la oposición. Esta semana se ha evidenciado esta situación en el debate sobre los remanentes de la Diputación de Segovia, que se elevan a 11 millones de euros.
El Grupo Socialista afirma que esa cantidad de dinero demuestra “el incumplimiento de las inversiones prometidas, como por ejemplo en materia de conectividad y depuración de aguas residuales”. “En un año aún marcado por la pandemia y por las numerosas necesidades de ciudadanos, empresas y ayuntamientos, no es de recibo que la Diputación haya generado 11 millones de euros de remanentes de tesorería, una cifra superior a la de años pre pandemia”, señala en una nota de prensa el diputado Alberto Peñas.
Los socialistas denuncian que los remanentes también se alimentan, “por ejemplo, de la sangría a la que la institución provincial somete a los ayuntamientos en concepto de tasas por la gestión del cobro de tributos”.
Peñas lamenta, además, las “desafortunadas” e “incoherentes” declaraciones de la diputada de Ciudadanos, Noemí Otero, “que ha vuelto a hacer gala de un doble rasero y de tener unos principios tan volubles como corta es la distancia que separa las sedes de la Diputación y el Ayuntamiento de Segovia”. “Como parte del equipo de gobierno de la Diputación se muestra encantada con unos remanentes de 11 millones de euros, pero allí donde es oposición califica de lamentable saber que esa bolsa está cada vez más llena debido a la incapacidad y a la inejecución en tiempo y forma de los proyectos”, apunta.
La diputada y también concejal del Ayuntamiento de Segovia Noemí Otero respondía esta semana, y se dirigía a la propia alcaldesa de Segovia, Clara Luquero, instándole a ser “valiente”, “para decirme como portavoz en el Ayuntamiento de Segovia lo que considere, y no utilizar a sus compañeros del PSOE de la Diputación para pedirme explicaciones a través de ellos, para evitar que salgan a la luz sus vergüenzas, su nefasta ejecución y su nefasto liderazgo al frente del Ayuntamiento de Segovia”.
Otero justifica su postura tanto en el Ayuntamiento como en el Diputación, en las “distintas realidades” que se viven en una institución o en otra. “El CIDE lleva retrasos de décadas, el aparcamiento disuasorio de la ciudad está sin desarrollar y los proyectos más importantes de la ciudad están todos y cada uno de ellos guardados en el cajón, es decir, la ciudad sigue sin avanzar”.
Y en el otro lado de la balanza, la diputada explica lo que se está haciendo en la Diputación, con un ejemplo, el de la Agenda Rural Sostenible. “Es un proyecto solicitado al Ministerio de Transporte que el Ayuntamiento de Segovia no fue capaz de solicitar, porque no fue capaz de registrar la solicitud en plazo; sin embargo, la Diputación, con los mismos medios y ante la misma convocatoria sí hemos solicitado la ayuda, hemos recibido la ayuda y ahora mismo estamos ejecutando el proyecto. Esas son las dos caras de una misma moneda, el Ayuntamiento y la provincia de Segovia”, afirma.
Noemí Otero insistió en que “lo más triste es que el PSOE en la Diputación se preste al uso por parte de la alcaldesa de Segovia para tapar sus vergüenzas, y lo que debería hacer el Grupo Socialista es ponerse a patear los pueblos, y conocer la realidad de los alcaldes de esta provincia, porque como oposición están trabajando de forma lamentable”.
