El paraje de El Henar ha vuelto a ser el centro de la actividad este 12 de octubre gracias ala iniciativa que desde 1959 hace de este entorno el lugar al que acudir si eres devoto de la Virgen de El Henar. Son muchas fechas especiales a lo largo del año pero esta del Día de la Hispanidad es quizá una de las más originales.
Este 2021, 44 corredores y relevistas partieron desde las 8.30 horas de la Parroquia de La Milagrosa, en el barrio de Las Delicias de Valladolid. Fieles a la cita y a la imagen de El Henar, portaron flores desde la capital hasta el Santuario pasando por poblaciones como Herrera de Duero, Aldeamayor de San Martín, Arrabal de Portillo, Santiago del Arroyo, San Miguel del Arroyo y Viloria, hasta llegar a El Henar.
La llegada estaba prevista para las 12.45 horas, pero los corredores se adelantaron y el último de ellos hacía su entrada a las 12.20 horas. Seguidamente, y tras ser recibido por el rector del Santuario, Carlos García Nieto, entró al templo para ofrecer el ramo oficial de la Parroquia de La Milagrosa, bendecido allí mismo antes de partir en la carrera de relevos.
Los corredores, casi medio centenar, realizan recorridos muy variados, desde el medio kilómetro los más pequeños, niños que ya quieren ser partícipes de esta bella tradición, hasta los más atletas, que realizan tramos de hasta 5 kilómetros. La costumbre comenzó con siete relevistas hace 63 años y ahora son familiares y amigos, desde hijos hasta nietos, los que continúan con esta carrera de flores hasta llegar a los pies de la Virgen de El Henar.
Nada ha hecho que la tradición se interrumpa: ni siquiera la pandemia. El año pasado se buscaron las medidas pertinentes para evitar contactos, y este año se han mantenido para que nada la frenara; en vez de portar siempre el mismo ramo y pasarlo de mano en mano de cada relevista, cada uno ha portado sus propias flores, que después han servido para confeccionar otro ramo que también se ha ofrecido a la Virgen. Decenas de corredores esperaron dentro del templo con su flor para que, tras ofrecer el ramo oficial en manos del último corredor, cada uno ofreciera la suya ante el altar mayor del Santuario.
El rector agradeció que un año más se haya podido cumplir con el rito, más si cabe en un año tan emocionante, el Año Jubilar Henarense. Se van sumando experiencias tan arraigadas como esta a un año que está marcando la vida en el Santuario, llenándolo de devoción.
