Los vecinos que tuvieron que ser desalojados el pasado fin de semana tras producirse un derrumbe en el interior del antiguo hotel Victoria, ya han regresado a sus domicilios.
Para ello, previamente el Ayuntamiento ha ejecutado obras de consolidación de las paredes, y ha forzado la caída de los cascotes y adobes que estaban sueltos, para evitar nuevos desplomes.
El Ayuntamiento de Segovia ya anunció que ejecutaría obras de emergencia en los muros perimetrales de la pared suroeste del antiguo hotel Victoria para consolidar las estructuras y evitar que haya nuevos derrumbes que afecten a los edificios colindantes, especialmente, el del Ayuntamiento y el correspondiente al número 10 de la calle Escuderos.
El coste de los trabajos de urgencia se han calculado en unos 30.000 euros, que se liquidarán a los propietarios de los terrenos, a los que ya se les ha advertido de su obligación de mantener en buenas condiciones el inmueble, cuyo valor ronda el millón de euros.
El alcalde de la ciudad, José Mazarías, recordó ayer en rueda de prensa, que durante la mañana del sábado pasado, el derrumbe parcial de uno de esos muros, situado al lado de las estructuras de los edificios cercanos, arrastró la pared de los aseos de la primera planta del Consistorio, que se vino abajo sin que ninguna persona se viera afectada, aunque sí causó numerosos daños. El mismo suceso provocó la aparición de grietas en distintos puntos del mismo muro y la caída de cascotes en el patio de la casa de la calle Escuderos.
El suceso podría haber tenido fatales consecuencias, recordó Mazarías, por cuanto se estaba llevando a cabo en el Consistorio una recepción oficial; y unos momentos después también se celebró una boda civil en las instalaciones municipales. En total hubo cerca de un centenar de asistentes en total en ese momento, aunque todos ellos se encontraban lejos del lugar afectado. “Afortunadamente nadie utilizaba en ese momento los aseos”, dijo el alcalde. Pero podría haber habido alguna desgracia.
Los técnicos y los responsables de los bomberos acompañaron al alcalde, José Mazarías, junto a propietarios y residentes de los inmuebles susceptibles de verse afectados por esta situación, durante la inspección y revisión de la zona en la que comprobaron la inestabilidad que presentan en distintos puntos los muros del antiguo hotel.
Por este motivo, todas las viviendas y alojamientos del número 10 de la calle Escuderos tuvieron que ser desalojadas mientras han durado las obras. También se clausuraron los aseos de dos plantas del Consistorio y el acceso a un patio, también colindante con los restos afectados del hotel.
El Ayuntamiento trabaja ahora en la tramitación de la venta directa del inmueble, para dar una solución definitiva a este problema, del que el alcalde dijo que se ha había incurrido en una grave “pasividad” por parte de los anteriores equipos de Gobierno.
Mazarías recordó que asumirán la tramitación de venta, tras haber optado por esta vía la anterior Corporación en marzo de 2022, en lugar de haber decidido una expropiación. Por ello el actual equipo contacta con empresas que puedan estar interesadas en la compra del inmueble, y toda vez que quedó desierto el expediente de venta forzosa tramitado entre 2017 y 2021.
