Occupy Wall Street cumple hoy un año. Y es que el movimiento, que parecía haber desaparecido del mapa, vuelve a resurgir. Motivos no faltan, ya que en el sector económico los escándalos se repiten día tras día.
Durante un par de meses ha dominado la calma en Wall Street. Sus pesadas rejas desaparecieron y los banqueros volvieron a sus trabajos sin problemas.
Sin embargo, hoy Occupy Wall Street demostrará que ha vuelto. A un año de las primeras protestas en el distrito financiero de Nueva York, el colectivo vuelve a reactivarse. Todavía aquí, puede leerse en un cartel que una mujer sostiene en el Wasghington Square Park. Y es que junto a la Universidad de Nueva York se reunieron ya, el pasado sábado, muchos estudiantes para calentar motores, volver al corazón neoyorkino y reiterar su disgusto con la elite financiera.
Y es que más de 1.000 personas se congregaron este último fin de semana bajo los árboles del parque. Desde allí hay solo de 30 manzanas hasta el distrito financiero. La atmósfera es relajada y mientras algunos debaten en voz alta, otros toman el sol a su lado. Al margen del camino toca un grupo de jazz y jugadores profesionales de ajedrez ofrecen a los turistas una partida por un par de dólares.
Algo apartados se encuentran algunos policías que observan las protestas, mientras los automóviles de sus colegas circulan por las calles laterales. La fuerza pública estará preparada si las marchas se activan.
Este movimiento, que nació tras el 15-M en Madrid para pedir nuevas exigencias al sector bancario, se extendió como la pólvora. Sin embargo, meses después la ocupación terminó. Occupy Wall Street pareció desaparecer. Pero, puntualmente, en su primer aniversario, el 99 por ciento volverá a estar presente.
Y es que las cosas ya se calentaron ayer cuando, al menos, 15 personas fueron detenidas en el transcurso de la primera de las tres jornadas de marchas para conmemorar tan señalada fecha.
Así, unos 250 ciudadanos procesionaron por la calle desde Broadway hasta el epicentro del movimiento muy escoltados por la Policía, que intervino en dos ocasiones para efectuar arrestos. La sangre no llegó al río.
