En 2024 se abrieron en Segovia 345 inspecciones relacionadas con el incumplimiento de la Ley antitabaco según datos de la Junta de Castilla y León, 52 más que en el año 2023 cuando totalizaron 293, no requiriendo ninguna ellas sanción, no así en 2024 cuando se impusieron en la provincia un total de 11 multas.
Si se comparan ambos ejercicios provincias castellanoleonesas como Valladolid, Zamora y Ávila, además de Segovia, sufrieron un incremento sancionador. Sin embargo Palencia, Salamanca, Burgos y Soria descendieron el número de multas impuestas en 2024 respecto a 2023.
A nivel regional, la Junta de Castilla y León intensificó sus esfuerzos para garantizar el cumplimiento de la legislación en materia de tabaco durante 2024, para ello realizó un total de 3.369 inspecciones, actuaciones que se han llevado a cabo principalmente de oficio, sin necesidad de denuncia previa, con 199 expedientes abiertos y 182 sanciones aplicadas, lo que indica un aumento en la actividad inspectora respecto a 2023 cuando se tramitaron 118. Por encima de Segovia, con 345 inspecciones, se situaron provincias como León con 795, Burgos con 579, Soria con 384 y Palencia con 372. Valladolid, Ávila, Salamanca y Zamora cierran la tabla con 332, 303, 186 y 73 respectivamente.
Causas
Las causas de las sanciones graves y leves difirieron en número y forma; así la mitad de los procedimientos calificados de graves, penados con multas entre 600 y 10.000 euros, recayeron en hosteleros que permitieron fumar en sus locales o carecían de autorización para la venta de tabaco. Una venta que según datos del Comisionado para el Mercado de Tabacos ha descendido en los cinco primeros meses de 2025 respecto al mismo periodo de 2024 un 3,1% pasando de las 2.613.749 cajetillas vendidas entre enero y mayo del pasado año a las 2.531.580 contabilizadas en los mismos meses de este, reduciéndose la cifra en 82.169.
Por su parte las sanciones de carácter leve, con multas entre los 30 y los 10.000 euros, fueron impuestas a aquellos que fumaron en lugares prohibidos o fuera de las zonas habilitadas a tal efecto.
Plan Integral para la Prevención y control del Tabaquismo 2024-2027
Con el objetivo principal de reducir la prevalencia del consumo de tabaco y productos relacionados y minimizar la exposición ambiental a sus emisiones, en abril del pasado año se aprobó el Plan Nacional de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027. Un plan que da continuidad a las medidas recogidas en el documento Líneas de Actuación 2019-2020 en este ámbito aprobado en 2019 por la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.
En la elaboración del plan han participado el Ministerio de Sanidad y otros departamentos como el Grupo de Trabajo Técnico de Responsables de Tabaquismo en las Comunidades Autónomas, la Federación Española de Municipios y Provincias, así como las sociedades científicas y entidades relacionadas.
Se plantea como un instrumento de coordinación de las actuaciones sanitarias y los recursos disponibles para mejorar la atención a los fumadores, así como para proteger el derecho a la salud de los ciudadanos potenciando entornos y estilos de vida saludables y promoviendo alternativas al tabaquismo.Las propuestas del plan responden a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2030 y a los objetivos marcados por el Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer que persigue que menos del 5% de la población consuma tabaco de aquí a 2040, frente al 25% de media actual en Europa. Como objetivo intermedio, España se plantea reducir la prevalencia al 18,3% en este 2025.

Cambio de normativa
Estas cifras podrían variar en los próximos meses debido al cambio de legislación que pretende hacer el Gobierno. A pesar de estar en fase de anteproyecto y no haber sido aprobada todavía, la nueva Ley Antitabaco, enmarcada en el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027, ha despertado polémica entre los fumadores al plantear la introducción de medidas significativas como la prohibición de fumar en terrazas de establecimientos de hostelería, campus universitarios y centros educativos, instalaciones deportivas, marquesinas de transporte público, vehículos utilizados con fines laborales y piscinas públicas. Así como hacerlo en un perímetro inferior a 15 metros en las entradas de edificios públicos, centros sanitarios y sociales públicos y privados, centros educativos, y otros centros culturales públicos o privados, polideportivos y parques o zonas de juego infantiles.
Además, este borrador plantea también suprimir los clubes de fumadores, locales sin ánimo de lucro, constituidos legalmente como tal y en el que sólo se admitirá a los socios, que pueden fumar en su interior. A parte de las prohibiciones la reforma se centra en la regulación de los cigarrillos electrónicos, los llamados vapers, y algunas medidas fiscales que afectan al precio.
Se trata de un cambio que está todavía en consulta a la espera de ser aprobado por el parlamento y que llega después de los dos últimos cambio de ley sustanciales en un periodo de 20 años.
El primero tuvo lugar en enero del 2006 cuando entró en vigor la Ley 28/2005 que ampliaba la prohibición de la publicidad directa, la promoción y el patrocinio además de regular los puntos de venta (solo estancos y máquinas expendedoras) y que permitía habilitar en bares y restaurantes zonas para los fumadores, separadas de las de no fumadores.
En enero de 2011 se produjo la entrada en vigor de la Ley 42/2010 que modificó la anterior. Esta ley prohibió fumar en todos los espacios públicos cerrados, incluyendo los establecimientos de hostelería. Esta nueva ley prohíbe las zonas de fumadores en bares y restaurantes, estableciendo una prohibición total en estas zonas. Esta es la modificación más grande hecha hasta la fecha de dicha ley.
A favor y en contra
De hacerse efectivo este cambio repercutirá de lleno en sectores como la hostelería que ve con recelo la implantación de medidas tan drásticas, ya que creen que afectará de manera negativa a sus negocios.
“No me parece bien” así de rotundo se muestra Javier García ante la pregunta de cómo ven desde HOTUSE (Asociación de Empresarios de Alojamiento y Hostelería y Turismo de Segovia) las nuevas prohibiciones que plantea la Ley que está en tramitación. Un cambio que aunque “es una forma que atajar el problema, no es la manera de arreglarlo”.
Desde su punto de vista “hay que dar libertad”, una libertad bilateral encaminada a la decisión del hostelero de dejar o no fumar en su terraza y la del cliente enfocada en la posibilidad de decidir en que bar quiere consumir, sabiendo las normas del mismo. “Al final estás en la calle. No tiene sentido que tengas que fumar fuera de la línea que marca la terraza si el humo llega igual” concluye.
En la calle la opinión se divide entre los fumadores como Alberto (28 años) que condenan “la discriminación” que sufren y los no fumadores como Teresa (66 años) que ven “fenomenal” la prohibición ya que considera una “molestia” estar cercar del humo.
A pesar de la polarización hay segovianos como Víctor, 40 años, padre de dos niños y fumador, que ve con buenos ojos las nuevas restricciones ya que “las terrazas suelen tener las mesas muy cerca” y confiesa que el ya lo hace, “me suelo levantar e irme a fumar a otro sitio” ya que reconoce que “está bien cuidar de la salud de los demás que no han elegido fumar”.
En cuanto a la efectividad de la ley para reducir el número de fumadores, ninguno cree que sea cuantitativamente significativa. “No creo que una modificación en la ley sea una motivación como para dejar de fumar. Eso o te sale de dentro o no lo puedes hacer”, afirma Víctor. En la misma línea va la argumentación de Teresa quien señala que “aunque les cueste un poco más, quien quiere fumar se busca la manera”. Por su parte Alberto lo tiene claro “la ley no servirá para dejar de fumar, solo para recaudar”.
Frente a la prohibición de fumar en terrazas un 70% de españoles apuesta por la concienciación
Además un 62% teme un efecto negativo sobre la imagen de España como destino turístico, algo que preocupa a HOTUSE y Hostelería de España

Según un reciente estudio presentado por HOTUSE y Hostelería de España y realizado a más de 1.600 españoles por la consultora 40dB, casi el 70% de los españoles considera que las campañas de sensibilización y concienciación son más efectivas que las prohibiciones, como las que planea implantar el Gobierno, para reducir el consumo de tabaco. Una medida, la de la prohibición de fumar en las terrazas de los bares, que para la mitad de los encuestados no es prioritaria y que de hacerse efectiva no servirá para evitar el consumo ya que un 85% anticipa que los fumadores lo seguirán haciendo aunque sea fuera de estas.
Turismo
Otro de los aspectos más preocupantes de esta posible nueva ley es la afectación que tendrá en el turismo ya que el 62% teme un efecto negativo sobre la imagen de España como destino turístico, al convertirse en el único país de la unión europea junto con Suecia en prohibir fumar en terrazas, de hecho Francia en su nueva ampliación de prohibición de espacios abiertos las ha excluido de la lista.
Por todo ello Hostelería de España y HOTUSE alertan sobre el daño que esta medida podría suponer para los negocios, sobre todo en zonas con alta afluencia turística o clima favorable, donde las terrazas tienen un peso clave en la actividad diaria durante gran parte del año.
Otro de los datos que arroja la encuesta es el alto grado de escepticismo referente a la influencia de esta en la reducción del consumo, así como el respeto a la misma ya que un 63% duda que la prohibición llegue a cumplirse en la práctica.
“Es fundamental garantizar la convivencia y evitar la imposición de cargas adicionales a los profesionales del sector hostelero. Las terrazas son un espacio clave para la vida social y económica del país y cualquier decisión debe valorar con seriedad su impacto real en términos de empleo, actividad empresarial, competitividad turística y experiencia de los clientes”, concluye José Luis Álvarez Almeida, presidente de Hostelería de España.
