Considerada una de las escritores más sólidas de su generación, la estadounidense Nicole Krauss ha conseguido, con solo tres novelas, ser incluida en las listas de autores más relevantes menores de 40 años tanto por The New Yorker como por Granta, además de ser finalista del National Book Award con su último libro, “La gran casa”.
La autora estadounidense, que se dio a conocer con su primera novela, “Llega un hombre y dice”, estuvo ayer en Hay Festival Segovia, en una conversación con la subdirectora de la revista Yo dona, Pepa Bueno, para compartir impresiones con sus lectores segovianos, en un evento celebrado en la Biblioteca Pública al que asistieron miembros de diversos clubes de lectura de la ciudad.
Krauss habló, por ejemplo, de la construcción de una novela, un proceso que ella misma asimila al de una casa. “Yo vengo de la poesía, y crear un poema es como crear una estancia; sin embargo, escribir una novela es como crear una habitación detrás de otra, hasta completar la casa”, señaló. “Además, en toda casa hay algo imperfecto, algo que no funciona, y en toda novela creo que también”, añadió.
En esta línea, expuso que para ella, “la estructura es muy importante en una novela, para mí más importante que los personajes y que la historia en sí”. “Todo parte de una imagen, de un pequeño detalle, que siguiendo con esa comparación de la casa podría ser un pomo, y desde ahí vas descubriendo la puerta, las paredes… toda la habitación”, agregó para subrayar también que, como autora, ve la novela “como un descubrimiento para mi, igual que lo es para el lector”.
En cuanto a la relación entre la Literatura y la vida, la escritora aseguró ambas no pueden separarse y que, aunque “un buen libro no tiene que ser un reflejo de la vida, sí creo que debe estar próximo a ella”. En este sentido, y desde su vertiente de lectora, sostuvo que en un libro “veo un mundo, y cuando estoy leyendo, estoy dentro de ese mundo”.
Por lo que se refiere a la presencia de autores españoles en las páginas de sus libros, y más concretamente en su última novela, Krauss señaló que también hay referencias a escritores de otras nacionalidades, pero que, en cualquier caso, “escribir una novela es una celebración de la literatura, y a mi me gusta citar a los poetas y escritores que amo y admiro”.
Nicole Krauss se refirió también a la presión de la fama y de las ventas, pero afirmó que se sigue sintiendo absolutamente libre al escribir. “Si no tuviera completa libertad, dejaría de escribir; escribo justamente para poder decir lo que quiero, incluso aunque eso signifique no llegar a publicarlo”, recalcó.
