El primer ascenso siempre se recuerda de manera especial. Es el que sujeta la historia y el embrión del éxito. Un estímulo al que encomendarse en las grandes tardes y cuando un equipo más lo necesita. Satisfacción personal por los años de trabajo dedicados y punto de partida para las venideras generaciones. Un estado de ánimo que invadió un vestuario y que contagió a una ciudad. Corría 1999 y la Gimnástica aterrizó en Segunda División B por primera vez. Cuando se cumplen 20 años de la gesta, la Asociación Segoviana de la Prensa Deportiva (ASPD) logró unir a tres vértices de aquella plantilla: el que fuera presidente Gregorio Garrido, el por el entonces capitán Paco Maroto y Agustín Cuenca, actual presidente y jugador también de ese conjunto. Fue en la Casa de la Lectura de Segovia en la tarde de hoy, en una mesa redonda moderada por el periodista y presidente de la ASPD, Álvaro Gómez.
Para llegar al partido clave, último de la liguilla de ascenso, en el que el plantel azulgrana ganó al Marino de Luanco (4-1) para consumar el ascenso, hay que remontarse también a la temporada anterior; pues la Segoviana se quedó a un paso de subir tras perder en el minuto 97 frente al Lealtad. De esta forma, el logro, hoy efeméride, con Eduardo ‘Cacho’ Endériz al frente del banquillo tuvo mayor valor.
Así lo explicó Cuenca: “Aprendí a valorar ese ascenso con el tiempo. Era mi segundo año en el equipo y conseguirlo tan pronto me hacía pensar que se podía lograr más veces. Luego pasan los años y ves que es muy difícil de que se vuelta a repetir”. Maroto, por su parte, repasó: “El deportista siempre tiene segundas oportunidades, pero el aficionado puede que no. Un año antes de ascender nos quedamos a las puertas y luego ascendimos y eran los mismos seguidores”; y subrayó: “Aún lo recuerdo”.
El recuerdo de Garrido estribó en la unión. “Que una ciudad tan pequeña como Segovia te acompañe a jugar esos partidos nos llenaba mucho. Había ilusión. Encima coincidíamos con el éxito de Caja Segovia y nos constaba mucho”, aseguró.
En cuanto a las claves, Maroto reconoció: “Vi un grupo de gente de verdaderos profesionales. Entiendo que uno es profesional cuando más se dedica a ello. La mayoría de fuera venían del Atlético o del Real Madrid y se lo tomaban muy en serio, algo que sirvió al resto”.
Desde entonces la entidad azulgrana ha mantenido un patrón a la hora de confeccionar sus plantillas. “La filosofía del club ha sido un poco la misma: contar con la gente de Segovia válida y reforzarse en las posiciones que lo necesitamos. Todos los jugadores que venían entonces eran de Madrid. Ahora quizás se mira más a la provincia, pero se mantiene ese paralelismo”, comentó el actual presidente.
