Nació en el mismo lugar, pueblo o villa decimos en Segovia, que mi recordada y muy querida madre: Brígida Matesanz Sanz. Por referencias de ella, supe que estábamos emparentados con Don Rafael de alguna manera. Este sacerdote, de la Sierra Segoviana, fue un poeta privilegiado en la expresión, como aún recuerdan los que fueran sus discípulos en el Instituto de Enseñanza Media.
Aún recuerdan, sí, su sencillez, la bondad de su trato y, reitero, su calidad poética que le mereció ganar el “Premio mundial de poesía mística” que la Fundación Rielo concedía a la obra suprema.
Para mí, sin embargo, he de reconocer que, cuando, ya muy vencido por la enfermedad, le visité en su final, en una modesta habitación del Hospital de la Misericordia, una mañana segoviana clásica de invierno aterido, lo que llevaba yo en mi mente eran sus últimos sonetos, impresionantes de belleza espiritual: “ Ya voy Señor…”
Finalmente, hube de recordar su tránsito en el funeral, después de su fallecimiento en la románica Iglesia de San Martín segoviana, repleta de fieles, que siguieron la ceremonia incluso desde fuera del templo y que tributaban a Rafael, su admiración y afecto, sabiendo que aquel “Ya voy Señor” le estaba abriendo las Puerta de la Gloria.
Yo descanso leyendo las palabras que Rafael Matesanz nos dejó como trayectoria rectilínea, señalándonos la ruta.
¿Y, no podrá el Ayuntamiento de Segovia, siempre acertado en los recuerdos, nominar con su nombre: “La senda del poeta místico Rafael Matesanz”, que se cruza con “las sendas que el Eresma baña” aquellas que otro poeta, Machado, cuando estuvo, también de profesor en su Instituto, nos dejó como huella de su paso durante nueve largos años, y cuya residencia-pensión acogedora, conserva como recuerdo de su paso, la Real Academia de San Quirce?
El Ayuntamiento se hará un magnífico regalo si nomina esa “Senda del poeta Rafael Matesanz” como un añadido a su ya justa fama de Patrimonio Cultural.
El Poeta de la Tierra se lo merece, y la ciudad enriquecerá su ya de por sí amplio bagaje como Patrimonio Cultural.
