Treinta y dos años dedicados a la política municipal de Sanchonuño le han valido a su todavía alcalde José Luis Herrero para recibir la Medalla de Oro de la Diputación Provincial de Segovia al mérito por el trabajo a favor de la provincia. Un galardón que recibió ayer en Sanchonuño de manos del todavía presidente de la Diputación Provincial, Javier Santamaría, y acompañado por toda su familia, sus amigos y muchos de sus convecinos que completaron el aforo del salón de actos del Ayuntamiento. No faltaron diputados y compañeros alcaldes de otros municipios como Chañe, Vallelado, Nava de la Asunción y algunos electos como es el caso del de Sanchonuño o la de Navas de Oro, entre otros.
Santamaría subrayó que dentro del reglamento de honores y distinciones de la Diputación los grupos por unanimidad consideraron necesario crear una distinción “para aquellas personas que han dedicado la mayor parte de su vida profesional a defender los intereses de su pueblo, los intereses al fin y al cabo de la provincia de Segovia”. Destacó también la figura y la importancia de los alcaldes. “Los regidores se van, los pueblos permanecen, pero en los pueblos queda siempre la impronta, el buen hacer y el desvelo que han tenido siempre sus alcaldes”, afirmó.
La emoción acompañó a Herrero en su intervención y desde el público sus familiares y vecinos lo animaron a reponerse. Agradeció el galardón y lejos de considerarlo inmerecido, de manera sincera afirmó “gracias por esta merecida mención que me hacéis como reconocimiento a toda una vida, al menos en mi caso, por trabajar con ilusión y con firme voluntad de servicio por mi pueblo”.
Quiso compartir esta medalla con los vecinos de Sanchonuño, con los concejales que le han acompañado en estos años, tuvo un recuerdo para los ediles fallecidos, también quiso compartirla con los empleados municipales y en especial quiso dedicarla a sus hijos y nietos y sobre todo a su mujer por haberle acompañado.
A punto de cumplir 78 años de edad, Herrero se retira de la política local con la satisfacción del trabajo bien hecho, según él mismo destaca: “Con la tranquilidad de conciencia de haber hecho todo lo que he podido por mi pueblo”.
Natural de Pinarejos, se instaló en Sanchonuño, de donde procede su esposa. Así pidió su traslado a la localidad donde ejerció desde 1955 su profesión como ATS y comadrón. Esta profesión le ha permitido ayudar a llegar al mundo a muchos vecinos no solo de Sanchonuño sino de otras localidades del entorno. “Habré atendido unos 1.000 partos”, afirma.
A esta labor sumó la del taller de forja artística que heredó de su suegro y que actualmente regentan sus hijos. Herrero tiene seis hijos, tres varones y tres mujeres. Solo dos de ellos viven en Sanchonuño mientras que el resto residen en localidades de la provincia como Cuéllar o Santiuste de San Juan Bautista, y los dos restantes en Alicante y Madrid. La familia la completan nueve nietos con edades entre los 25 y los 3 años de edad.
Accedió al Ayuntamiento en las primeras elecciones democráticas en 1979 de la mano de UCD y después pasó al PP. De los 32 años que ha permanecido en el Consistorio los 4 primeros lo hizo en la oposición y los 25 últimos como alcalde. También durante una década ha presidido el grupo de acción local Honorse Tierra de Pinares.
Como alcalde, Herrero afirma haber visto cambiar el Ayuntamiento y el pueblo donde se logró crear un importante tejido empresarial con más de 1.500 puestos de trabajo directos e indirectos.
Afronta “con naturalidad” esta nueva etapa dispuesto a vivirla, a aprovecharla con su familia, y afirma que aprovechará también para cultivar algunas aficiones como leer y escribir. Tampoco olvidará otras como salir al campo, pasear, conversar con los amigos y compartir con ellos esta nueva etapa.