Las partes descubiertas este miércoles del santo cuerpo y las reliquias mayores de Santa Teresa de Jesús, que descansan en la Basílica de la Anunciación de Nuestra Señora del Carmen de Alba de Tormes, en la provincia de Salamanca están “igual” que en 1914. Al menos en lo que se refiere a su aspecto externo y a falta de los análisis científicos, según manifestó el postulador general de la Orden del Carmelo Descalzo, Marco Chiesa.
Chiesa forma parte de un equipo médico-científico, encabezado por el profesor Luigi Capasso y dos colaboradores, desplazado desde Roma para proceder al estudio y mejor conservación de las reliquias. Con ellos, el prior de los Carmelitas Descalzos de Alba de Tormes, Miguel Ángel González, explicó el procedimiento de apertura del sepulcro iniciado a las 8.00 horas.
Primero se ha retirado la losa de mármol que cubre el sepulcro para poder extraer la urna de plata que contiene las reliquias y que llevaba 110 años sin verse fuera del mismo. “Nos ha sorprendido que se trata de una urna de una fabricación excelente y el sepulcro también está en un estado de conservación magnífico”, valoró González, acerca de ambos objetos regalados a la Orden por los reyes Fernando VI y Bárbara de Braganza.
Más tarde se ha abierto la urna de plata. Para ello se han utilizado las diez llaves necesarias: las tres que se conservan en Alba de Tormes, las tres cedidas por el duque de Alba, otras tres que conserva en Roma el Padre General de la Orden y, por último la llave real.
“Lo hemos encontrado, según las fotografías, igual que en 1914. Al menos, desde lo que se puede ver externamente”, afirmó el padre Chiesa. “Ahora tendremos que realizar todos los exámenes científicos, las radiografías, exámenes más profundos y ópticos”. Más tarde, en Roma, se harán “análisis de todos los datos para ver, desde el punto de vista científico, sus problemas, el estado de conservación del cuerpo y cómo se puede intervenir para conservarlo aún por algunos años”.
Sobre los detalles del cuerpo, Chiesa recordó que las imágenes de 1914 son en blanco y negro, así que “es difícil hacer un parangón”. Sin embargo, insistió que “las partes descubiertas, que son el rostro y el pie, son iguales a las que eran en 1914”. “No hay color, no hay color de la piel, porque la piel es momificada, pero se ve, sobre todo en la mitad de la cara. Se ve bien. Los doctores expertos, ven casi claramente el rostro de Teresa”, afirmó.
Tras esta jornada, quedan dos días más de trabajo en Alba de Tormes antes de proseguir en Roma.
