Entrega a sus colores, coraje, ilusión, versatilidad… son algunos de los muchos valores que adornan al actual entrenador de la Gimnástica Segoviana, Ramsés Gil Tordesillas. Con ese nombre, bien elegido por sus progenitores, pues la historia demuestra que la dinastía de los ‘Ramsés’, aquellos que comenzaron su andadura en el antiquísimo Egipto, ha recogido este Ramsés muchas de las cualidades que adornaron a quienes, sobre todo ‘Ramsés II’, gobernaron.
Pues, hete aquí, que quien eligió como deporte favorito el fútbol, cogió un buen día el balón bajo el brazo y lleva más de veinte años sin soltarlo. Con ello han ganado su deporte y los equipos por los que ha pasado. Mas, y tratándose de la Segoviana, siempre ha estado a lo que el club necesitara de él.
Como jugador, un lateral de ‘rompe y rasga’, dejó su impronta en cada encuentro. Cierto también es que, cuando el equipo había perdido, el informador procuraba dejar pasar varios minutos, o más, para requerir su opinión. Él estaba para jugar y… para ganar. Lo otro no lo había estudiado.

Ningún jugador le puede enseñar más de lo que él conoce
Ahora, sin haber salido (¡ni hablar de ello!) del mundo del fútbol, le ha ‘tocao’, dirigir a su equipo. Lo ha cogido con las mismas ganas, valores y entrega que en todo tiempo ha practicado como deportista. Y lo llevará a mantener la categoría. Solo él puede hacerlo. Conoce el club, el equipo y sabe ¡anda que no! lo que es el fútbol. Ningún jugador le puede enseñar más de lo que él conoce.
Ha sido una grandísima suerte para la Segoviana que Ramsés estuviera ahí. Porque el equipo, gane o no, siempre llevará el inconfundible marca de un tipo sensacional.
