El candidato del PP a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, se siente cada vez más cómodo y ya parece ejercer de inquilino de La Moncloa, aunque no haya quedado muy claro si se irá a vivir allí o no. Así, se permitió ayer replicar a Bruselas, que vaticinó que España incumplirá el objetivo impuesto por la UE de recortar el déficit público, y aseguró que, si gana las elecciones, liderará un Gobierno «serio» y «cumplirá con sus compromisos ante la UE». La piedra fisolofal no parece tener mucho secreto: «No hay que gastar lo que no se tiene».
Además, el político coruñés explicó que, si ganan, seguirá apostando por el euro en una «Europa fuerte», un objetivo que si bien «no será fácil» permitirá que el país pueda «salir adelante y estar entre los más importantes de la UE».
El candidato reconoció que en el Viejo Continente se están viviendo momentos de «confusión», y admitió que durante estos años «no se han hecho bien las cosas». Por eso pidió el voto para que Madrid pueda «opinar y contribuir», y no a que Bruselas «le dé instrucciones».
En su intervención, que tuvo lugar en Santa Cruz de Tenerife, Rajoy dejó momentos para sacar su lado más humano y recordó que lleva viniendo a Canarias «más de 25 años» -su padre reside allí-, por lo que dijo conocer cuáles son las necesidades del archipiélago, entre ellas, la situación del sector del plátano, con el que se comprometió a hacer todo lo posible para seguir apoyándolo.
Este apoyo podría partir de la creación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, pues, tal y como apuntó el líder el PP, estas tres carteras «tienen futuro». Además, hizo hincapié en que uno de los retos de futuro es «hacer lo imposible para que haya más exportación y se puedan vender nuestros productos fuera de España», a la que, utilizando el simil futbolístico, quiere poner en «la Primera División de Europa». Con esta frase se quiso desmarcar de unas declaraciones de Zapatero pronunciadas en plena crisis en las que atribuía al país ocupar un puesto en la Champions League, la competición más importante del balompié continental.
Tras insistir en que «no hay que repetir frivolidades», Rajoy adelantó que, si las encuestas se cumplen, llevará a cabo una estrategia de austeridad, resolverá el problema del crédito y hará una política «clara» de apoyo a los emprendedores y a todos aquellos sectores que creen riqueza. Responsabilidad, rigor y compromiso constituyen el ABC de su manual de mandatario, que repudia todo lo que tenga que ver con «la improvisación y la ocurrencia, tal y como se ha hecho estos años».
La jornada de hoy del dirigente conservador arrancará en Vitoria, donde es muy posible que sea recibido de modo hostil por los abertzales. Así lo adelantó ayer Amaiur, que caldeó el ambiente, al denunciar que representa «el pasado, la imposición y la negación», y pedirle que explique «qué va a ofrecer» a quienes demandan «respeto a la voluntad democrática de la ciudadanía vasca».
