En su primera intervención en Ciudad de Panamá, y antes de reunirse con el resto de dirigentes latinoamericanos, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, aseguró ayer que el país está comenzando a recuperarse de la crisis económica.
«El proyecto de recuperación nacional ya está dando sus primeros resultados», manifestó el mandatario popular minutos antes de que arrancase la XXIII Cumbre Iberoamericana.
El jefe del Ejecutivo de Madrid, que llegó el pasado jueves a la capital panameña, participó en la apertura del II Foro de la Comunicación Iberoamericano, donde se refirió brevemente a la situación financiera patria, remarcando que, «con el Rey a la cabeza», España continúa apostando por su vocación iberoamericana, destacando esta relación como uno de los ejes «del proyecto de recuperación nacional».
Un día antes, fue el Príncipe de Asturias quien se expresó en esa misma línea, durante la inauguración del IX Encuentro Empresarial Iberoamericano. «La economía española está encontrando su camino», aseguró. «Para finales de este año se espera que volvamos a la senda del crecimiento y que esa tendencia se consolide en 2014» agregó Don Felipe.
En otro orden de asuntos, Rajoy anunció que llevará al Consejo Europeo de la próxima semana un paquete de medidas con el que abordar la «presión migratoria» en el Mediterráneo y evitar tragedias como la de Lampedusa de hace dos semanas, donde murieron más de dos centenares de sin papeles africanos que intentaban llegar a la costa italiana.
Según expresó, se trata de una iniciativa que parte del convencimiento de que «el conjunto de la UE» tiene que asumir el «esfuerzo» e implicarse en el apoyo «político, operativo y financiero» a los países que hacen de frontera con el sur de Europa.
En su propuesta, el Gobierno de Madrid parte de la base de que una «medida imprescindible» para conseguir «resultados» es asignar a esta tarea «medios presupuestarios específicos».
En segundo lugar, defiende la puesta en marcha de programas a corto, medio y largo plazo de ayuda «directa, formativa y logística» con los países desde los que parten esos flujos migratorios a Europa.
Asimismo, también quiere hacer hincapié en la necesidad de que la agencia Frontex (que controla las fronteras comunitarias) sea cada vez «más activa, se refuercen y amplíen sus capacidades» e incremente su financiación para que sus actuaciones sean «más duraderas y eficaces».En este sentido, aboga por evitar que las operaciones de Frontex se conviertan «únicamente en instrumentos de salvamento y rescate», ya que eso puede provocar un «efecto llamada y desestabilizaría los esfuerzos de los países de origen y tránsito».
