Quedan solo siete días para que los ciudadanos acudan a las urnas y ahora hay que poner toda la carne en el asador. Si las acusaciones de unos partidos a otros han sido fuertes hasta ahora, en estos días parece que toca más defenderse que hacer propuestas electorales. Así, ayer no le quedó más remedio al líder del PP, Mariano Rajoy, que animar a sus seguidores a que no caigan en la consigna del PSOE de avivar «el miedo a la derecha», porque a lo que de verdad tienen miedo es a «Gobiernos incompetentes», y por ello, pidió el cambio cuanto antes para que, con él al frente, se «vuelva a hacer el milagro español».
Rajoy se expresó de esta forma en la segunda plaza de toros que visita en la campaña, la de Zaragoza, y aunque no la puso a rebosar como la anterior, la de Toledo, sí consiguió cubrir prácticamente el aforo del coso, que supera las 10.000 localidades.
Un presidente como Zapatero con la gestión que ha llevado a cabo, según el político conservador, no puede pedir la confianza de los ciudadanos, porque «ha engañado» y «ha hecho mucho daño» a los españoles, sobre todo por algunas de sus declaraciones, desde que España estaba «en la Champions de la economía» a la irrupción de los «brotes verdes», mientras que el número de parados subía irrefrenablemente. «¿Cómo pueden los ciudadanos confiar en Zapatero si prometió situar la tasa de paro por debajo de Alemania, que ahora tiene cuatro puntos menos de desempleo?», se preguntó.
Además, Rajoy atacó al PSOE en su punto débil: «Ahora dice que no ha hecho recortes sociales», ironizó antes de repasar la subida del IVA, del recibo de la luz, la retirada del cheque bebé y de la anulación del descuento de los 400 euros en el pago del IRPF.
Mariano Rajoy no defendió solo sus ideas, ya que contó en Cuenca con el apoyo del ex dirigente del mismo partido José María Aznar, quien arengó a sus seguidores cual padre anima a su hijo estudiante diciendo: «No quiero una victoria por la mínima, no quiero una victoria raquítica; quiero una victoria por una gran mayoría».
El discurso de este político no se quedó solo ahí, ya que comparó a su sucesor en la Moncloa con dirigentes tan radicales como Fidel Castro y Hugo Chávez por tachar de bellacos a «la inmensa mayoría de los españoles» y le responsabilizó de «haberse fundido» el país más próspero y rico de la historia de España.
Parece que Rajoy empieza a estar harto de que los socialistas sigan metiendo miedo sobre la derecha y, quizá para disipar esos miedos al PP y acabar con la leyenda del «doberman» que utilizó el PSOE en su vídeo electoral de 1996, Esperanza Aguirre acudió a un mitin en Valdemoro (Madrid) con su propio perrito, Pekas.
