Con un mensaje de optimismo y confianza en las posibilidades de su partido como alternativa de Gobierno, el presidente del PP, Mariano Rajoy alentó ayer en Segovia a los presidentes provinciales a vencer en las próximas elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2011 para consolidar un modelo que «está bien posicionado en la vida política española en un momento decisivo para España» y que pretende reemplazar al Gobierno del PSOE que en su opinión, «no ha sabido estar a la altura de las circunstancias».
Rajoy clausuró ayer en el Hotel Cándido el IV Encuentro de Presidentes Provinciales e Insulares, que reunió a la dirección nacional del partido con sus máximos dirigentes en las provincias para poner en común las ideas que habrán de componer el programa electoral en las elecciones de mayo de 2011, que estará finalmente redactado entre febrero y marzo del año que viene.
Será , en palabras del líder de la oposición «un programa serio y estudiado», diseñado para cumplirse, «no como el del PSOE en 2008″, dijo antes de denunciar que nunca antes se ha visto «un caso tan evidente y palmario de programa oculto» como el que el Gobierno ha desarrollado durante el último año.
Rajoy avanzó en su intervención las ideas maestras de ese programa, basadas en la consecución de los cinco objetivos, unidos todos ellos por el hilo conductor del control del gasto público en todas las administraciones, de manera que la sociedad y sus gobernantes sean «prudentes» en el manejo del dinero», tanto el público como el privado.
«En España habrá que apretarse el cinturón y habrá que hacer más con menos», aseguró Rajoy antes de criticar el modelo del Ejecutivo central, basado en aumentar el déficit y la deuda, 267.000 millones de euros en cuatro años.
Como «gran objetivo nacional», el presidente del PP fijó la lucha contra la crisis y contra el desempleo, y si bien reconoció que la tarea corresponde en gran medida al Gobierno de España, ha subrayado que las comunidades autónomas y los ayuntamientos tienen también mucho margen, especialmente en la ayuda a las pymes y a los autónomos y en la corrección de «las carencias del sistema educativo».
Además, abogó por reducir la carga de la administración para evitar que se convierta en un «gasto estructural» y haya contradicciones con la unidad de mercado, así como por mejorar el funcionamiento de los servicios públicos, con atención especial a las personas con mayores niveles de riesgo de pobreza y exclusión social.
Rajoy manifestó que su futura acción de gobierno pasa por defender a la clase política, y manifestó que en su mayoría está conformada por «servidores de lo público y gente honrada», así como por aumentar la calidad de vida, con el acento en la seguridad alimentaria y en la protección de los consumidores.
Con esos cinco ejes, según ha manifestado Rajoy, «el PP va a pedir el voto» a los que confiaron en el partido y a los que no lo hicieron pero consideran que España necesita un cambio, con el objetivo de ganar las elecciones autonómicas y locales de mayo del año próximo y las generales que vengan después, o «cuando toque», aseguró el líder del PP, para quien «llega un momento decisivo para España».
En términos similares se dirigió a los presidentes provinciales del PP la secretaria general del partido, María Dolores De Cospedal, que en su intervención criticó al PSOE por haberse dedicado a «la descalificación permanente» al Partido Popular, lo que refleja «el modo de Zapatero de asumir sus responsabilidades», siempre culpando a otros de sus «fracasos».
Además, manifestó que la política del presidente del Gobierno para luchar contra la crisis ha sido «más de puesta en escena» que de adopción de medidas, y por tal razón, «se ha visto superado por las circunstancias».»Hay una diferencia abismal entre lo que necesita la economía y hace el Gobierno», concluyó.
La reunión permitió también a los dirigentes del PP comprobar, de la mano del asesor electoral de Rajoy, Pedro Arriola, una serie de encuestas recientes que probaría el alza de los populares en las regiones y municipios más importantes.
