El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, descartó el “vínculo indisoluble” que supone el patrimonio cultural, “fruto de siglos de historia”, para la “cohesión” de todos los españoles, junto a la “riqueza” de la “diversidad nacional, lingüística y religiosa” que atesora el territorio y que “hace más fuertes” a sus habitantes, al tiempo que apuntó que ese mismo lazo “une a España con Europa y a todas las naciones europeas entre sí”.
Así lo indicó ayer en la Diputación de Palencia, donde se ha presentado el Año Europeo del Patrimonio Cultural 2018 en España, acto al que acudieron el ministro de Educación, Cultura, Juventud y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo; el comisario Europeo de Educación, Cultura, Juventud y Deporte, Tibor Navracsics; el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, y la presidenta de la Diputación de Palencia, Ángeles Armisén.
Rajoy apeló a la cultura como “sentimiento común”, uno de los principales objetivos del Año Europeo, entre los que también se encuentran fomentar el intercambio y la valoración cultural de Europa como recurso compartido, sensibilizar acerca de la historia y los valores comunes y reforzar un sentimiento de pertenencia a un espacio común europeo a fin de afianzar el diálogo intercultural.
La conmemoración de este Año Europeo es también una “ocasión excepcional”, a juicio de Rajoy, para reivindicar el proyecto europeo, que supone una “oportunidad” y una “garantía” para 500 millones de ciudadanos y un “éxito histórico” del continente, pues “lo que hoy se llama Unión Europea nació del anhelo compartido de paz y prosperidad” y se convirtió en un “escenario de libertad, democracia y derechos humanos”.
Para el jefe del Ejecutivo, ese patrimonio cultural es la “espléndida herencia” de los europeos y uno de los activos “más valiosos” del continente, por lo que “es una responsabilidad de todos preservarlo y reconocerlo”, pues “tanto los bienes españoles como los de los países vecinos demuestran una experiencia, unos valores y unas tradiciones que trascienden fronteras y generaciones”, agregó el presidente, que situó a Palencia como “claro ejemplo” de ese legado.
Calificó de “sabia decisión” la elección de la capital palentina como sede de la presentación del programa de actividades que tendrán lugar en España con motivo del Año Europeo, por tratarse de una ciudad “llena de historia y de arte”, además de contar con una gastronomía de “primer orden” y una oferta cultural “rica y diversa”.
Mariano Rajoy enumeró algunos de los principales reclamos turísticos de la provincia palentina, como el yacimiento de la Villa Romana de la Olmeda, el castillo de Ampudia, municipios históricos en Carrión de los Condes o Aguilar de Campoo y la Catedral o el Cristo del Otero en la capital, que conforman un recorrido por “más de 20 siglos de la historia de España” sin abandonar esta “bella y acogedora provincia”.
Sin embargo, el presidente del Gobierno pidió que esa “herencia” no se relegue a un simple “legado del pasado”, porque también “ayuda a avanzar y crear futuro”. La cultura, añadió, es un “elemento estratégico” que “une en su diversidad” y que supone un “formidable lazo” para crear sociedades “más cohesionadas”.
Resaltó el “excepcional carácter y hospitalidad” de los españoles, otro bien cultural que hace que visitar España sea “más que atractivo” aunque “algunos no quieran verlo” o se empeñen en “decir lo contrario de lo que ven”, señaló.
