El expresidente del Gobierno y presidente del PP, Mariano Rajoy, pidió ayer, ante la Junta Directiva Nacional (JDN) del PP, que quien gane el próximo Congreso y sea elegido presidente del partido cuente con sus rivales, aunque ha precisado que desconoce si se presentarán varias personas, y ha dejado claro que él no ejercerá ningún tipo de tutela. En este sentido, insistió en que él no tiene sucesores, ni delfines, que no va a señalar a nadie y que no habrá ningún tipo de tutelas.
Rajoy fue recibido por sus compañeros puestos en pie y aplaudiendo sin parar a pesar de las veces que él les pidió que terminaran ya para comenzar su intervención. Una escena de apoyo y reconocimiento que ya se pudo ver el pasado martes, durante la reunión del Comité Ejecutivo del partido, cuando anunció que se retiraba.
Durante su discurso, el dirigente popular admitió que la elección de un nuevo líder es “todo menos fácil” ya que es un proceso “delicado y puede generar tensiones”. Por ello, ha justificado que “no se prolongue en el tiempo” y se vaya a hacer lo más pronto que permiten los estatutos, anunciando así que será el 20 y 21 de julio.
En este sentido, explicó que se puede plantear o no una competición “natural y sana”, pero que al final, el PP tendrá que estar “más unido”. Mariano Rajoy dijo conocer bien a todos sus compañeros, saber de su lealtad al partido y estar convencido de que sean cuales sean sus decisiones personales, estarán dictadas por la vocación de servicio al PP. Cree que todos son “responsables” y que estarán a la altura de la situación, sin miedos, ni recelos, con absoluta normalidad.
Méritos
Añadió que habrá que hablar de personas si es que hay varios candidatos, que dijo desconocer, pero si eso ocurre, reclamó que se haga comparando los “méritos y virtudes y no las carencias y los defectos”. “Seamos positivos”, exclamó antes de pedir al nuevo líder que “gane quien gane, al día siguiente deberá contar con sus rivales si los hubiera porque necesitará de la experiencia de todos para recuperar ayuntamientos, comunidades autónomas y el Gobierno”.
Mariano Rajoy explicó a sus compañeros que de él pueden esperar “respeto absoluto” a la decisión que adopten, que no quiere, ni debe designar un sucesor, “ni señalará a nadie con el dedo, ni vetará a nadie, ni influirá o condicionará” lo que tiene que ser una libre elección.
En este sentido, precisó que el PP es un partido “adulto y capaz” de actuar sin ningún tipo de “tutela”. Por ello, insistió en que él no puede hacer distingos porque en todos encontró una lealtad inquebrantable y porque distinguir a alguien con alguna preferencia “sería distinguir con injusticia a todos los demás”.
Eso no quiere decir que él no vaya a estar presente, según recalcó, ya que estará ahí hasta que se elija un nuevo presidente, pero precisó que, dada la interinidad en la que viven en este momento, actuará con “prudencia” e intervendrá “lo justo”. Y por ello, tampoco hará ningún cambio y las cosas seguirán como están hasta el Congreso. Será entonces cuando el nuevo líder deberá decidir quiénes son los portavoces y las direcciones del Grupo en Congreso y Senado.
