El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró ayer que su Ejecutivo está haciendo “todo lo posible” para recuperar la “normalidad y sensatez” en Cataluña, tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución, como consecuencia del conflicto soberanista, que provocó la destitución de todos los miembros del Gobierno del huido Carles Puigdemont.
“En Cataluña estamos haciendo todo lo posible para que se recupere la normalidad y sensatez en Cataluña. Para que las empresas vuelvan y para que la comunidad vuelva a ser pujante, abierta y llena de oportunidades”, manifestó Rajoy durante el acto de clausura de la Convención Sectorial sobre Turismo del PP, celebrado en Palma de Mallorca.
Ahora bien, tras insistir en que el Gobierno pretende ofrecer “soluciones y diálogo” frente a los enfrentamientos, Rajoy avisó de que eso no significa que vayan a hacer “lo que otros quieren”. “Hablando se solucionan muchos problemas. Eso son los valores de la ley, Democracia y Estado de Derecho en los que se funda Europa y España”, añadió el jefe del Ejecutivo.
Demandas turísticas
En otro orden de cosas, el presidente del Gobierno no se pronunció de manera explícita sobre las demandas relativas a la aprobación del 75 por ciento de descuento para residentes en vuelos operados entre Baleares y la Península.
“Duerme tranquilo”, le trasladó el presidente al líder del PP en Baleares, Biel Company, dando a entender que desde el Gobierno central estudiarán la propuesta.
Asimismo, insistió en que “el Gobierno hace todo lo posible para que el precio de los billetes no sea una causa de aislamiento para residentes de Canarias y Baleares” y recordó que “hay 1,3 millones de euros más en el presupuesto balear”, dinero que usarán para “aumentar las oportunidades” de los ciudadanos de las Islas.
En cuanto a la gestión del Govern en la Comunidad Autónoma, Rajoy lamentó que el Ejecutivo autonómico “solo se ocupe de pelearse y de inventar problemas en lugar de cuidar lo que funciona y corregir lo que no funciona”.
En esta línea, acusó al equipo de Armengol de “demonizar el turismo”, así como de desarrollar “fobias hacia todo lo que funciona y que es bueno para España” como, a su juicio, es el caso del turismo en Baleares.
Además, apuntó que “el principal problema de Baleares es que tiene la mala fortuna de padecer un Gobierno de esos que se dedican a inventar problemas y promover una agenda de división y enfrentamiento, por lo que les aconsejó que “no molesten” porque “la vida ya trae suficientes problemas gratis”.
Rajoy también se pronunció sobre el decreto balear que exige el catalán como requisito para profesionales sanitarios. En este sentido, defendió la lengua como “un instrumento para comunicarse”, aunque desde el Govern “prefieran verla como una traba en lugar de como una oportunidad”.
